El exgobernador poblano Mario Marín Torres, recientemente trasladado a su domicilio en Xilotzingo, Puebla, tras obtener un cambio de medidas cautelares, no enfrenta ninguna orden de aprehensión ni investigación en su contra dentro del fuero común, según informó la Fiscalía General del Estado en voz de su titular Gilberto Higuera Bernal.
Higuera Bernal confirmó que, aunque la salida de Marín Torres del penal de máxima seguridad de El Altiplano se retrasó para verificar posibles mandatos pendientes, la revisión arrojó que no había cargos adicionales por parte de las autoridades locales.
El fiscal explicó que la solicitud de verificación fue parte de un procedimiento estándar que se realiza diariamente para garantizar que no se incurra en responsabilidades legales al liberar a personas con cuentas pendientes. Sin embargo, en el caso de Marín Torres, se comprobó que no existía ningún mandamiento judicial vigente.
El arraigo domiciliario del exgobernador se concretó tras el pago de una garantía económica de 100 mil pesos, la adquisición de un brazalete electrónico y la activación de un servicio de geolocalización. Fue así que, custodiado por la Guardia Nacional, Marín Torres dejó El Altiplano la madrugada del miércoles y fue trasladado a su residencia ubicada en un fraccionamiento de Xilotzingo.
Este movimiento se da en el marco del proceso penal que enfrenta por tortura contra la periodista Lydia Cacho, y bajo la supervisión de la Fiscalía General de la República (FGR), encargada de la guarda y custodia del acusado.