Gustavo O. G., un albañil de 38 años, fue hallado muerto en una poza de agua de 15 metros de profundidad, conocida como el “desahogo de agua,” ubicada en la entrada de San Francisco Ocotlán, en el municipio de Santa María Coronango. El descubrimiento del cuerpo fue realizado por su hermano, Juan, también albañil y residente de San Bartolomé, municipio de San Pablo del Monte, Tlaxcala. Ambos se encontraban trabajando temporalmente en San Francisco Ocotlán, pero Gustavo había desaparecido desde el miércoles pasado.
Después de días sin saber nada de su hermano, Juan decidió buscarlo en la zona y, lamentablemente, lo encontró el domingo por la tarde flotando en la poza, en la calle Los Ángeles, esquina con privada Los Ángeles. Tras confirmar el hallazgo, Juan notificó de inmediato a las autoridades para el rescate del cuerpo.
Al lugar acudieron elementos de la Policía Municipal, quienes acordonaron la zona, y personal del heroico Cuerpo de Bomberos, quienes se encargaron de la compleja tarea de extraer el cuerpo del agua. Posteriormente, agentes de la Fiscalía General del Estado realizaron las diligencias correspondientes para el levantamiento del cadáver y ordenaron su traslado al anfiteatro de la ciudad de Puebla, donde se le realizará la necropsia para confirmar la causa exacta de la muerte.
En una inspección inicial, las autoridades no encontraron signos visibles de violencia en el cuerpo de Gustavo, lo que ha llevado a especular que pudo haber caído accidentalmente en la poza y ahogarse. Sin embargo, las autoridades no descartan ninguna línea de investigación y esperan los resultados de la necropsia para esclarecer si su fallecimiento fue accidental o si existe algún otro factor criminal involucrado.
La Fiscalía ha iniciado una investigación formal para determinar las circunstancias exactas que llevaron a la trágica muerte de Gustavo Ocotero García. Las autoridades locales han hecho un llamado a la población a extremar precauciones en áreas peligrosas como esta poza de gran profundidad.