En su tercera audiencia, en Guatemala, el exgobernador de Veracruz Javier Duarte decidió allanarse al proceso de extradición solicitado por el gobierno de México.
Por lo anterior, Duarte no recurrirá a ningún recurso legal para evitar ser enviado al país y ser sometido a juicio.
“No cometí ningún delito y es mi deseo así acreditarlo ante el Poder Judicial de mi país”, dijo Duarte en la audiencia de hoy tras escuchar los cargos y pruebas que el gobierno de Enrique Peña Nieto envió como parte de su solicitud de extradición.
En Guatemala existen dos solicitudes de extradición contra Javier Duarte, una del gobierno mexicano, en la que la Procuraduría General de la República (PGR) lo acusa por los delitos federales de delincuencia organizada, y lavado de dinero; y otra del gobierno de Veracruz, en el que la Fiscalía estatal lo señala por delincuencia organizada, tráfico de influencias, desvío de recursos, peculado y abuso de autoridad.
En su primera audiencia, el 19 de abril, Duarte se negó a ser extraditado a México, aunque señaló que la aceptaría tras conocer primero la solicitud formal del gobierno mexicano en su contra, así como las pruebas de los delitos que se le atribuyen, que sustenten que su caso no es una persecución política.
En la segunda, el pasado 26 de junio, tras escuchar las acusaciones en su contra por parte del gobierno veracruzano, Duarte decidió aceptar la extradición al considerar que las acusaciones en su contra son “infundadas, ligeras, vagas e imprecisas”.
En un comunicado, los abogados mencionaron que Duarte de Ochoa decidió allanarse por considerar “débiles” las acusaciones del “gobierno pasajero de Miguel Ángel Yunes”, por lo que prefirió enfrentar dichas imputaciones de inmediato.
Fuente: Proceso.com.mx