Tremendo susto se llevaron campesinos de la comunidad de San Vicente Ferrer, en el municipio de Tehuitzingo, pues localizaron restos humanos de un hombre ejecutado y embolsado, el cual ya estaba siendo comido por la fauna. El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición, se presume que ya llevaba algunos días en el sitio.

Fue en inmediaciones de una barranca alejada de la comunidad en donde los campesinos se percataron del cadáver que prácticamente ya había sido comido en la mitad superior. Junto al cuerpo se encontró una bolsa negra de basura, señal de que lo fueron a tirar embolsado, pero la fauna rompió la bolsa para poder comer el cadáver.

De la cintura

Hacia abajo se el cuerpo no había sido comido, por ello se apreció que el hombre portaba un pantalón negro tipo táctico, y botas negras industriales. Las piernas estaban amarradas a la altura de los tobillos con un cordón delgado, las manos las tenía hacia la espalda, también amarradas a la altura de las muñecas.

La zona abdominal y pecho (es decir la parte superior del cuerpo) ya había sido comido por los animales de la zona. La cabeza no se halló en el sitio, se presume que algún animal la comió y probablemente las autoridades la localicen en las inmediaciones.

Entre los brazos quedó la playera del occiso, una prenda de color negro. Por algunas características, se presume que el occiso era de entre 25 a 30 años de edad, de complexión delgada, de tez moreno claro.

Policías municipales y elementos de la Policía Estatal Preventiva acudieron al lugar y aseguraron el sitio de intervención. A la vez que solicitaron que acudiera la Fiscalía General del Estado (FGE) para realizar las diligencias del levantamiento del cadáver e iniciar las investigaciones.

Esos actos de investigación estuvieron a cargo de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos y peritos en criminalística, de la Fiscalía. El occiso se encuentra en calidad de desconocido. Por la forma en cómo se deshicieron del cadáver, se presume que se trata de un posible ajuste de cuentas entre los grupos delictivos que operan en esa zona del estado, en los límites de Puebla con Oaxaca.