encajuelados

Odilón Larios Nava / @odylarios

La pareja de occisos encontrados dentro de un Tsuru, el pasado lunes en la colonia Lagunilla Rosales, eran vecinos de la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas. El doble asesinato desconcierta a los familiares pues aseguran eran personas tranquilas, que no tenían problemas con nadie. Ni siquiera el crimen pasional tiene sentido para los familiares, pues ninguno de los dos tenía compromiso con alguien más.
Familiares de los occisos conversaron con este reportero y señalaron que eran personas que se dedicaban a ganarse la vida trabajando de manera honesta, que aparte de tomar esporádicamente no tenían vicios.
Él ahora occiso de nombre Juan Antonio Martínez Avendaño, de 38 años, propietario del Tsuru, era tranquilo, se dedicaba a cantar con un trío en diferentes restaurantes de la ciudad, además de ayudar a otros miembros de su familia en sus respectivos negocios y así era como se ganaba la vida.
Mientras que su pareja de 20 años, se llamaba Viridiana Benítez Rodríguez, aunque no vivían juntos aún, tenían una relación estable. Él hace algún tiempo se separó de su esposa la cual ya cuenta con un nuevo cónyuge y no tenían una relación problemática. Juan Antonio dejó tres hijos, uno de 17 años, una adolescente de 14 y un niño de 12 años, los varones vivían con él y la niña con su expareja.
La familia de Juan Antonio señala que no era problemático y que no tenía vicios, y mucho menos tenían conocimiento de que estuviera metido en grupos delictivos. Es por ello por lo que les desconcierta mucho la saña con la que tanto a él como a su pareja los privaron de la vida.
Cabe señalar que ambos, Martínez Avendaño y su novia Viridiana presentaban múltiples lesiones de arma blanca en el abdomen, pecho, cuello y en el rostro. Sus cuerpos fueron localizados en el interior de la cajuela del Tsuru.