El saldo final de la emboscada a agentes ministeriales en Chignahuapan fue de dos muertos (un jefe de grupo y un agente) y 17 lesionados en total. Elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes solicitaron el anonimato, insisten en resaltar que esta tragedia ocurrió por la mala planeación del operativo y por la pésima forma en cómo fueron asignados los cargos de inspectores en la entidad, y basados en lo anterior afirman que la tragedia pudo evitarse.

Agentes que solicitaron el anonimato indicaron que a cargo de este operativo estuvo el director regional de investigación Moisés J., de quien indican no es poblano y desconoce las regiones y sus problemáticas. Por ello, él se apoyó en el inspector de la región de Teziutlán, José D., sin embargo, este último, aseguran los agentes consultados, no cuenta con experiencia operativa, ni con un conocimiento a fondo de la región de Chignahuapan, en donde desde antaño operan peligrosas células de la delincuencia organizada.

“Hubo muchos errores en el operativo. Antes de que vayas a entrar a cualquier población se realiza trabajo de inteligencia, analizas las entradas y salidas, los puntos de riesgo y otros detalles del lugar. Además, siempre debes llevar un estado de fuerza suficiente, en este caso se realizarían tres cateos, por lo menos debías llevar cien elementos, incluso pudieron apoyarse en la Guardia Nacional y el Ejército, pero no lo hicieron, y solo dispusieron de 25 elementos para esas acciones” señaló uno de los agentes con los que contactó este diario.

Los informantes indicaron que, además, el grupo que iba a realizar los cateos no conocía la región, eso, aunado a la mala planeación y el poco estado de fuerza, indicaron, hizo que fueran superados durante la emboscada que cobró la vida del comandante Quiroga y el agente Rafael, conocido cariñosamente por sus compañeros como Krusty.

Cuando se desató la balacera, informaron las fuentes, resultaron lesionados el director regional de investigación y el inspector de Teziutlán. Hay enfado entre los agentes porque aseguran que el inspector escapó del lugar y dejó a sus compañeros en la refriega.

Por todo lo anterior los agentes solicitan a sus superiores que revaloren los cargos que han asignados y que en ellos asignen a las personas más capacitadas profesionalmente. Exigen que sus vidas no sean expuestas en operativos mal planeados, así como un equipamiento adecuado, pues afirman que la vida útil de muchos de los chalecos balísticos que ocupan ha expirado.