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Al momento de tener sexo, se pueden presentar diversos problemas como dolor, eyaculación precoz, disfunción eréctil, falta de lubricación, etc, lo que al final convierten a ese momento especial en uno estresante y carente de placer.

Afortunadamente todos estos malestares tienen cura; sin embargo, hay otros poco comunes que además de que ser difíciles de tratar, pueden ser de alto riesgo.

Este es el caso de Laura Crow, una mujer que se desmaya cada vez que tiene sexo o realiza una actividad que requiera mucho esfuerzo.

Laura padece lo que se conoce como Síndrome de Taquicardia Postural Debilitante, que se caracteriza por sufrir desmayos constantes por practicar deportes, reír mucho, no dormir lo suficiente o hacer cualquier actividad que aumente el número de palpitaciones, como ver una película de terror.

“La primera vez que me sucedió fue un shock para ambos. Ben (su esposo) se descompuso y cuando yo desperté me vi muy angustiada”, relata.

Todo comenzó durante su embarazo

Laura siempre fue una persona muy sana, pero en 2011, cuando estaba embarazada por primera vez, el síndrome comenzó a manifestarse.

Al acudir con el médico, éste le indicó que eran efectos del embarazo, pero cuando consultó una segunda opinión, se le realizaron múltiples exámenes que indicaron lo que realmente tenía.

“Pienso que sí había tenido estos síntomas antes, sin embargo, creo que todo se desencadenó cuando quedé embarazada”, menciona.

En un comienzo, relata, se llegó a desmayar hasta siete veces en un día. Ahora y después de tres embarazos, sus desmayos disminuyeron a uno o dos veces por día.

El sexo, principal detonante

La mujer menciona que cuando se encuentra en un estado de excitación y adrenalina, puede tener hasta 180 palpitaciones por minuto, sobrepasando por mucho los 40 latidos que tiene una persona promedio.

La intensidad de los latidos es lo que le genera el desmayo y aunque éste puede ser provocado por cualquier factor, el sexo es el principal detonante.

“Cuando tengo sexo hay un 50 y 50 por ciento de probabilidad de desmayarme. El desmayo puede venir en cualquier momento, cualquier día, pero en el caso de este síndrome casi siempre en la cama influye mucho lo que es la gravedad, por eso la posición preferible para nosotros es la del misionero que es cuando yo estoy abajo”, dice.

Añade que cuando sufre los desmayos, ella no siente lo que está ocurriendo y a pesar de que es difícil, no representa problemas para su relación.

“Para él (Ben) es muy traumático y preocupante. Por suerte esto no afecta nuestra relación. Él es la roca más fuerte que he conocido”, menciona.

A pesar de los efectos que pueda causar el tener sexo, a Laura nada le impedirá disfrutar de las cosas que le producen placer.

“Reír también es engañoso. A Ben le gusta hacerme reír y a veces lo hago tanto que me desmayo. Pero no dejaré de reír o tener sexo debido a este síndrome”, afirma.

Es difícil para los niños

Laura confiesa que lo más difícil es no poder ser la madre que desea, pues el mínimo juego con sus hijos, puede causar que se desmaye.

“Soñaba con ser una madre normal que pudiera ir a dejar a mis hijos al colegio, hacer clases con mis bebés sin quedar inconsciente, alguien que pueda estar en pie en cualquier momento sin necesidad de asistencia o salir con los niños por un helado”, menciona.

“Incluso mi hijo de un año juega con mi cabello mientras estoy desmayada esperando a que mi esposo venga por mí. Rompe mi corazón ver que ellos tengan que cuidar de mi, pero son maravillosos. Escondo tantas emociones con mi sonrisa, peor gracias a mi esposo y maravillosos tres hijos tengo la fuerza para seguir adelante”, finaliza.

Fuente: http://lasillarota.com/la-mujer-que-se-desmaya-cuando-tiene-sexo#.WLcaDfnhCUl