Odilón Larios Nava / @odylarios

Ante la llegada de Luis Miguel Barbosa al gobierno del estado, fuentes cercanas a la Policía Auxiliar, quienes solicitaron el anonimato, indicaron que debe analizarse la gestión de Mónica Guadalupe N., quien funge como jefa del departamento de Planeación y Desarrollo Institucional de esa corporación.
Las fuentes consultadas señalaron que presumiblemente es ella quien está detrás de algunas de las irregularidades que se han reportado en la corporación. Los señalamientos en su contra son muy fuertes, pero eso deberá ser materia de investigación de las autoridades estatales, para determinar la veracidad o no veracidad de dichos señalamientos.
Entre otras cosas, señalan a la funcionaria de contar con un “fondo revolvente” donde presuntamente mete gastos personales. Indicaron que presumiblemente tiene gastos para el hogar, en donde, dicen, le han detectado incluso compras de alimento para perro.
Sin embargo, un movimiento que consideraron como un posible acto de desvíos de recursos, es un curso de Defensa Personal y Acondicionamiento, el cual precisaron fue solicitado y promovido por la jefa de planeación.
Dicho curso tuvo un costo de 550 mil pesos, cantidad que consideraron exorbitante. Indicaron que, además, la adjudicación no fue clara y presuntamente “estuvo amañada” pues aseguran que favoreció a un instructor cercano a ella.
Consideraron que esto es grave, pero lo es más aún si se considera que los policías auxiliares se enfrentan día a día a muchas carencias, lo cual los hace exponer sus vidas. Consideraron que esos recursos podrían tener un mejor uso, que abone a la profesionalización de la corporación y mejores condiciones laborares para sus elementos.
Las fuentes aseguraron que, al ser detectados estos movimientos presuntamente constitutivos de actos de corrupción, Mónica Guadalupe, ha intentado desestabilizar la corporación. Además, aseguran, se ostenta como protegida desde las más altas esferas del gobierno del estado.