César Eduardo G. C., de 24 años de edad, fue privado de su libertad en la madrugada del 8 de septiembre de 2024 y encontrado sin vida, decapitado y calcinado un día después. Las autoridades de la Fiscalía General del Estado confirmaron que César Eduardo ya estaba siendo investigado por sus posibles vínculos con grupos delictivos dedicados al robo de vehículos.
El joven fue secuestrado cerca de las 2:00 de la mañana cuando se encontraba en Plaza Solesta, en la Reserva Territorial Atlixcáyotl. Según la información obtenida, César Eduardo llegó al lugar en una camioneta Porsche Cayenne para encontrarse con su novia en el restaurante Mochomos. Al salir, pasaron unos minutos conversando en la calle Osa Mayor, cuando un vehículo Aveo color guinda, con placas de Oaxaca, se detuvo frente a ellos. Cuatro sujetos armados descendieron del automóvil, lo privaron de la libertad y también robaron la camioneta Kia de su novia.
Horas más tarde, su teléfono fue localizado en un basurero en la colonia Amalucan, mientras que las investigaciones avanzaban con diversas inspecciones y cateos en propiedades ligadas a César Eduardo. La Fiscalía de Puebla ya lo tenía en la mira, pues se había encontrado un tráiler robado en una bodega que el joven arrendaba en el Parque Industrial Santorum.
El 9 de septiembre, en las inmediaciones del Complejo de Seguridad C5, se localizó un vehículo Aveo incendiado, con un cuerpo calcinado en su interior. El cadáver, que estaba decapitado, fue identificado mediante pruebas genéticas como el de César Eduardo. A unos metros del vehículo, se encontró una hielera que contenía la cabeza de la víctima, junto con un mensaje presuntamente relacionado con el crimen organizado.
Un video que circula en redes sociales muestra a cinco hombres armados y a César Eduardo, con los ojos vendados, siendo interrogado sobre sus actividades.
El fiscal especializado en desapariciones, Alejandro García Badiola, informó que el vehículo Porsche que usaba César Eduardo fue reclamado por el exdirector de Vialidad del estado Alan Humberto Ibarra Meza, señalado en 2006 por la muerte de un valet parking. Este funcionario afirmó que la camioneta estaba siendo vendida a César Eduardo, pero no se completó el pago.
El fiscal general del estado, Gilberto Higuera Bernal, indicó que César Eduardo, además de estar relacionado con el robo de vehículos, ya estaba bajo investigación por arrendar la bodega en la que se halló un tráiler robado hace poco más de un mes. Las autoridades continúan la investigación para esclarecer los hechos y proceder jurídicamente contra los responsables del asesinato.
El brutal crimen ha generado conmoción en la sociedad poblana, al mismo tiempo que refuerza las teorías sobre los vínculos del empresario con grupos criminales.
Las investigaciones aún no han terminado, pero las autoridades han confirmado que el asesinato de César Eduardo G. fue una ejecución violenta que podría estar relacionada con ajustes de cuentas entre bandas delictivas.
Gilberto Higuera Bernal también indicó que los equipos de especialistas con que cuenta la FGE confirmaron que el video que se difundió en redes sociales, donde se observa a César Eduardo hacer confesiones sobre el grupo delictivo al que pertenecía, es un video auténtico, no editado.