Una violenta agresión a balazos en la carretera a Valsequillo dejó a Diana Orea Carranza, de entre 50 y 60 años, gravemente herida tras recibir múltiples disparos. El ataque ocurrió entre la desviación a Africam Safari y el fraccionamiento Santo Tomás Chautla, donde la víctima fue perseguida y baleada desde un vehículo tipo sedán Volkswagen tipo Vento, color rojo, en el que viajaban dos hombres armados. La camioneta Ford Ranger, roja, con placas de Veracruz, fue impactada por el Vento, y Diana descendió para intentar escapar, pero los agresores la alcanzaron y le dispararon en la cabeza y cuerpo.
En un último intento por acabar con su vida, los atacantes la golpearon con piedras en la cabeza al parecer después de que se les encasquilló el arma. Vecinos de la zona llamaron a las autoridades, lo que provocó que los agresores huyeran a pie, dejando su vehículo abandonado en el sitio. La mujer fue atendida por paramédicos y trasladada a un hospital en estado crítico, donde fue intervenida de emergencia.

La hermana de la víctima, Beatriz Alejandra Orea Carranza, abogada de profesión, acusó públicamente a otros familiares de estar detrás del ataque. Beatriz señaló a su sobrino Víctor Roberto A. O., a sus hermanas Irma y Adriana O. C., y a otros integrantes de la familia, entre ellos Marco César O. R., Saúl y Octavio M. O., como los presuntos responsables, motivados por la intención de apropiarse de la herencia de los padres y de las propiedades acumuladas por el fallecido hermano Marco César Orea, asesinado en 2014.
Según Beatriz, la familia también estaría involucrada en la muerte de otro de sus hermanos, Óscar Orea Carranza, cuya muerte en marzo fue registrada oficialmente como accidente de tránsito.
Sin embargo, ella sostiene que Óscar fue víctima de un ataque armado y ha solicitado su exhumación para que se investiguen heridas en la cabeza y el pecho que, asegura, corresponden a disparos.

Ante las denuncias de amenazas previas, Beatriz también señaló una posible red de complicidades y corrupción que presuntamente ha protegido a los agresores dentro de la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, sobretodo en el área de centros penitenciarios. Pide que las autoridades actúen de manera imparcial para esclarecer el ataque contra Diana y que se castigue a los responsables.
También solicitó la intervención de la Comisión de Derechos Humanos y otras organizaciones internacionales, para que sus familiares, a quienes acusa de estar detrás de varios asesinatos y otros crímenes, sean capturados y sancionados jurídicamente.
Beatriz aseguró que sus sobrinos y hermanos señalados, encabezan un grupo criminal dedicado a robar vehículos con mercancía, tráfico de personas y con distribución y venta de drogas. Los considera peligrosos y los señala como los responsables en caso de que algo les pase a ella y otros miembros de su familia.
