Vecinos de San Pablo Xochimehuacan, en la ciudad de Puebla (donde se registraron las explosiones que dejaron a decenas de familias damnificadas) se manifestaron este martes para exigir a las autoridades que de los tres niveles de gobierno que revisen todas las casas ubicadas en la calle Gasoducto, pues tienen fundadas sospechas de que en algunas de ellas hay tomas clandestinas en uso. Aseguran que ponen en riesgo a toda la comunidad y exigen que sean encontradas e inhabilitadas para evitar otra tragedia.

Decenas de vecinos se dieron cita este martes frente a la que un día fue una tienda de Ultramarinos ubicada en la calle Gasoducto casi esquina con Santa Bárbara. En dicha tienda hace un año fue detectada una toma clandestina. Los vecinos aseguraban que dicha toma aún estaba activa y por ello exigieron que las autoridades llegaran para eliminarla.

Cuando personal de Protección Civil Municipal y de Pemex revisaron el sitio, encontraron que aún estaba el túnel que un día conectó a la toma, pero confirmaron que seguía clausurada. También descartaron que hubiera alguna fuga en el lugar como algunos vecinos señalaban.

Una vez que quedó descartada la existencia de una toma clandestina activa, los vecinos hicieron otra solicitud, que ese inmueble (abandonado) fuera derribado, pues afirman que el lugar es ocupado por un grupo de delincuentes para drogarse y temen que puedan atacar a las mujeres que transitan por el lugar. Esta solicitud no pudo ser cumplida pues se trata de una propiedad privada y se analizan cuales pueden ser las posibles soluciones.

Finalmente la solicitud más importante fue que las autoridades realicen una revisión casa por casa en toda la calle Gasoducto, pues tienen fundadas sospechas en que hay más tomas clandestinas, que dichas tomas en el gasoducto de Pemex sean clausuradas y los criminales que las operan sean detenidos.