huehuetlan el grande

Una masacre se registró el pasado domingo en el municipio de Huehuetlán El Grande, un total de 9 víctimas mortales fue el resultado del ataque de una banda delictiva, denominada “Los Cuijes” contra una familia y habitantes de dicha localidad; entre los fallecidos esta un comandante, quien fue privado de la vida por los mismos habitantes enardecidos por la muerte de sus familiares.
Por la noche del pasado domingo, los sicarios con armas largas asesinaron a ocho personas que vivían en Huehuetlán, tres de ellos fueron encontrados en el mismo pueblo, mientras que cinco fueron llevados hasta un campo de cultivo de Santo Tomás Chautla, donde les prendieron fuego hasta calcinarlos.

“LOS CUIJES” ATACARON CON ARMAS DE GRUESO CALIBRE
El ataque de la banda de delincuentes ocurrió, cuando el reloj marcaba cerca de las 21:30 horas. El silencio del pueblo de Huehuetlán fue roto por el estruendo de detonaciones de armas de grueso calibre. Las personas comenzaron a apagar las luces de sus casas y sus televisores, se resguardaron en sus domicilios al tiempo que escuchaban las ráfagas.
Instantes después del terror que sembraron los sicarios, personas corroboraron sus sospechas, otra vez se trataba de Los Cuijes. Esta ocasión habían ido a “cobrar piso” – extorsiones a comerciantes – al obtener la negativa comenzaron a matar a sus víctimas, dijeron habitantes del lugar a este diario.
Una de sus primeras víctimas fue el comerciante Merced Torres Ramos, de 36 años de edad, a quien llegaron a cobrarle piso porque era propietario de una bloquera y rentaba maquinaria. A él le pegaron un tiro en su propia cama donde dormía con su esposa. Los maleantes no dudaron en golpear a la hija de Merced con un culatazo, cuando intentó interceder por su padre.
Después privaron de la vida a los primos Luis Ponce y Pablo de Santiago, de aproximadamente 40 años de edad. A ellos los delincuentes se los habrían llevado muertos a bordo de los vehículos en los que viajaban.
A pocos metros de ese lugar también asesinaron a Evaristo Ramírez Pedraza, de 57 años de edad y a su hijo menor Ramiro Ramírez Ríos de 23 años, cuyos cuerpos fueron arrastrados por los sicarios y una mancha de sangre marcó el cemento de la calle durante casi 30 metros.
Otras personas que fueron privadas de la vida en el lugar fueron un par de hermanos, quienes eran mariachis, se trata de Domingo y Abraham Flores Díaz, se dijo que sus cuerpos también fueron secuestrados y llevados por los delincuentes.
Entre tanta incertidumbre, se ignoraba el paradero de los hermanos Hugo y Maximino, ambos de apellidos de Santiago, así como de una mujer de nombre Adriana, esposa de un hombre conocido como El Chino, a ésta última se la llevaron lesionada. Al cierre de esta edición se desconocía aún el paradero de Adriana, Máximo y el Chino. Por desgracia para su familia, el cadáver de Hugo se encontró entre los cadáveres calcinados hallados en Santo Tomás Chautla.

matanza

POBLADORES, SIN APOYO DE LA POLICÍA MUNICIPAL
Mientras se registró la balacera que causo temor entre los ciudadanos, la gente de Huehuetlán El Grande, estuvo desprotegida, al albedrio de los delincuentes. La policía local no hizo nada, ni siquiera intervino por el miedo que le tienen a Los Cuijes y, según los pobladores, desde hace tiempo fueron comprados por la banda. Mientras que la policía estatal no llegó hasta dos o tres horas después, aunque la gente asegura que tampoco les tienen confianza.
Algunos pobladores se armaron de valor y tocaron las campanas esperando reunir a una muchedumbre y poder hacer frente a los malosos, pero sólo acudieron unos cuantos con escopetas y otros tipos de armas.
Así fue como Los Cuijes pudieron escapar sin mayor problema, llevándose a personas privadas de la libertad, incluso a algunas en calidad de cadáveres. Durante todo ese tiempo se movieron en varias camionetas y en motocicletas, las armas que utilizaron son de grueso calibre como AK-47, más conocidos como “cuernos de chivo”. Incluso algunas personas aseguraron que la banda se ha ostentado en el pasado mostrando granadas explosivas.

ENCUENTRAN CINCO CADAVERES QUEMADOS EN SANTO TOMÁS CHAUTLA
Cuando el reloj marcaba cerca de las 11:00 horas, y el pueblo estaba sitiado por las autoridades de la policía preventiva, de la policía investigadora y del Ejército, así como los peritos de la Fiscalía, quienes realizaban la recolección de los indicios, familiares de las personas que fueron llevadas por Los Cuijes recibieron una llamada de las autoridades, les pedían que fueran hasta un paraje localizado en San Baltazar Torija – después se especificó que era en Santo Tomás Chautla – pues habían encontrado cinco cuerpos humanos calcinados.
Horas después se corroboró que esos cuerpos correspondían a las personas que fueron extraídas de Huehuetlán por el grupo de maleantes. Todos ellos estaban apiñados y con la apariencia del carbón. Se presume que los rociaron con gasolina y después les prendieron fuego.
Los occisos que fueron encontrados en la pira humana son: Hugo de Santiago; los primos Luis Ponce y Pablo de Santiago; y los hermanos Domingo y Abraham Flores Díaz. Cuyos cadáveres fueron trasladados al anfiteatro de la ciudad de Puebla.
Se presume que los maleantes tuvieron la sangre fría de tomarse una cerveza en el lugar, ya que en el sitio las autoridades embalaron un envase. También se encontró un arma de fuego tipo escopeta y otros indicios.