Un comerciante fue ejecutado a balazos el pasado miércoles por la mañana en su negocio ubicado en Cosoleacaque, en Veracruz. Se trata de Filiberto H. T., de 40 años de edad, originario de Cuyoaco, Puebla, por lo que todos lo conocían como el Poblano. Los maleantes dejaron una cartulina con un supuesto narcomensaje, pero todos sus conocidos y clientes, incluso las autoridades, creen que se trata de una argucia de los criminales para desviar las investigaciones, ya que Filiberto era considerado un hombre derecho y chambeador. Presumen que en realidad se trata de una manera acción de grupos criminales para intimidar a otros comerciantes de la región y obligarlos a pagar “cuota”.

Fue la mañana del pasado miércoles cuando ocurrió el asesinato del Poblano (buen amigo, buen ciudadano, solidario y trabajador). Trascendió que por la madrugada fue a la Central de Abasto de Minatitlán donde adquirió las frutas y verduras que requería su negocio; después regresó a su tienda denominada Los Panchis, donde comenzó a descargar su mercancía.

En ese momento llegaron dos sicarios que le dispararon a quemarropa, las balas le dieron en la cabeza y así murió de manera instantánea. Los asesinos le dejaron un supuesto narcomensaje, donde pretenden involucrarlo con venta de drogas. Pero de acuerdo con diarios locales, ninguno de los vecinos y comerciantes cree esa versión, pues desde que Filiberto llegó a aquel lugar se le conoce como un hombre de trabajo y buena persona. Por lo que, al igual que las autoridades, creen que el mensaje solo fue para intentar desviar las investigaciones.

De acuerdo con versiones extraoficiales se cree que el Poblano, quien había logrado hacer un patrimonio en Veracruz, se negó a pagar derecho de piso a un grupo criminal y por ello lo asesinaron.

Luego de que el cuerpo fue entregado a la familia, fue velado en su domicilio en Cosoleacaque, y después, por la noche del jueves emprendió su regreso a su tierra natal en Cuyoaco, en donde se prevé que sea sepultado el viernes.