Ejecutado, amarrado de pies y manos, con huellas de tortura y el pantalón y ropa interior hasta los tobillos, así es como fue encontrado un hombre que desapareció el viernes en Tecamachalco. Las autoridades presumen un ajuste de cuentas entre grupos delictivos.
Heriberto N., de 32 años de edad, fue visto con vida por última vez la noche del viernes 14 de enero, cuando estaba con otros hombres tomando licor en calles del centro de Santa Rosa, en Tecamachalco. De acuerdo con las primeras versiones, se despidió de sus amigos abordando su motocicleta, dijo que iría a San Martín Caltenco.
A partir de ese momento no se sabe qué le ocurrió. Lo cierto es que no llegó a dormir a su casa, y al no poder localizarlo vía telefónica su familia comenzó a buscarlo utilizando redes sociales.
El sábado por la tarde un cadáver fue localizado en la barranca de Ahuilanco, la cual divide Tecamachalco con Huixcolotla. El cadáver estaba boca abajo, tenía el cráneo destrozado, estaba amarrado de pies y manos. Además, el pantalón y su ropa interior estaba por debajo de las rodillas.
Las autoridades presumen que lo mataron en otro lugar y sus verdugos lo llevaron hasta esa barranca, utilizada como basurero clandestino, para deshacerse del cuerpo. Poco después se confirmó que se trataba de Heriberto.
La Fiscalía General del Estado (FGE) por medio del Grupo de Apoyo de Tecamachalco llevaron a cabo las diligencias del levantamiento del cadáver e iniciaron la carpeta de investigación correspondiente. Por la forma en cómo fue asesinado, se presume que se trató de un ajuste de cuentas.