Odilón Larios/@Odylarios

Un hombre fue ejecutado con un arma de grueso calibre. Lo amarraron de los pies y las manos con alambre, le dispararon en la cabeza. Después prendieron fuego al cuerpo. Todo ello dentro del corralón de “Los Orea” en Cuautinchán, en donde la Procuraduría General de la República (PGR) resguarda vehículos e hidrocarburo asegurado a huachicoleros.

Además del cadáver, también ardieron en llamas algunos de los vehículos que están resguardados en ese corralón, por lo que fue necesario el arribo de bomberos del estado, para combatir el fuego.

El occiso se encuentra en calidad de desconocido, es de aproximadamente 30 años, se presume que es alguien ligado a la familia orea, a los sobrinos (es importante esta precisión, debido a que Los Orea mayores, se han deslindado de cualquier actividad que puedan estar realizando sus sobrinos).

Esto ocurrió el pasado sábado, al oscurecer, fue cuando la gente del pueblo reportó al 911 que en el corralón que está de camino al campo de tiro, en Cuautinchán, se estaba registrando un voraz incendio.

Es por ello que acudieron bomberos, personal de seguridad pública del lugar y al combatir el fuego se percataron que había un cuerpo carbonizado, el cual tenía volada la tapa de los sesos, y que además del aparente disparo con arma de grueso calibre, estaba amarado de pies y manos con alambre.

Ante esta clara ejecución, se supo que el cuerpo fue incendiado y que por ello el fuego se propagó y alcanzó las unidades huachicoleras que se resguardan en dicho corralón.

Luego de que las autoridades locales hicieran el macabro descubrimiento, pidieron la intervención de la Fiscalía General del Estado (FGE), por lo que agentes ministeriales de la comandancia de Tecali de Herrera llegaron para efectuar las diligencias del levantamiento del cadáver e iniciar las investigaciones.

Es importante mencionar que, en el mes de marzo, fue asesinado Alejandro García Orea, de 24 años, en el corralón que Los Orea (sobrinos) siguen administrando, en este caso el que está ubicado en el kilómetro 14 de la carretera a Valsequillo, pocos días antes también les habían baleado la casa ubicada en el mismo lugar.

Ante los ataques que han sufrido los “sobrinos”, los orea “viejos”, se han desmarcado de cualquier actividad que realicen sus sobrinos, para evitar ataques a ellos o a sus familias. Los “viejos”, han dejado en claro que ellos ya nada tienen  que ver con el negocio de grúas ni con los corralones.