Familiares de las personas que fueron atacadas a balazos la noche del domingo en La María, en la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras, exigen que se dé con los responsables. El representante legal de los agraviados indicó a este diario que la familia de las víctimas desconoce cuál puede ser el móvil del crimen. Sin embargo, fuentes policiales, vueltas a consultar de manera anónima, confirmaron que la principal línea de investigación apunta a un ajuste de cuentas entre grupos delictivos.

Con este diario se puso en contacto un hombre que pidió que no fuera revelada su identidad, pero se identificó como asesor jurídico de la familia atacada el pasado domingo en la colonia La María. Indicó que tanto él como los familiares desconocen qué motivó el crimen, pero piden que se realicen las investigaciones y se capture a los responsables.

Hay que recordar que el pasado domingo poco antes de las diez de la noche Giovanni R. G., de 32 años de edad, junto con el resto de su familia, su esposa Karla Gabriela A. G. y sus hijos (un niño de 8 años, y una bebé de 8 meses) viajaban en un Jetta, color gris, modelo 2012. En el Camino Real a San Jerónimo Caleras, a unos 150 metros de la carretera a Covadonga, fueron atacados a balazos.

Giovanni murió en el momento, se presume era el objetivo del ataque, recibió varios impactos de bala. Su esposa Karla Gabriela recibió cuatro balazos y la bebé de 8 meses también sufrió un balazo en la mano. La mujer y la bebé están estables, aunque la mamá requerirá de un periodo grande de recuperación, indicó el representante legal.

Los sicarios son dos hombres que viajaban en una motocicleta de color negro con amarillo, quienes huyeron de inmediato. Se sabe que realizaron doce disparos contra sus objetivos. Hasta el momento los matones no han sido identificados, pero ya son buscados por las autoridades.

Pese a que la familia y el asesor jurídico desconocen cuál pudo ser el móvil del crimen, fuentes policiales reafirmaron a este diario que la principal línea de investigación de que disponen apunta a que se trata de un ajuste de cuentas entre grupos delictivos.