La mañana de este miércoles una mujer fue encontrada muerta en calles de la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, en la ciudad de Puebla. El cadáver presentaba múltiples golpes, por lo que se presume fue asesinada en otro lugar y después la fueron a abandonar en el sitio donde la hallaron. Horas después trascendió la versión de que podría tratarse de una mujer que padecía adicción al alcohol, quien presuntamente se encontraba ingresada en el anexo Guerreros de Cristo, por lo que se investiga si pudo haber sido asesinada en ese lugar.

Vecinos del lugar que se dirigían a tomar el transporte público, alrededor de las siete de la mañana de este miércoles, se percataron que en una canaleta de la calle Vista Hermosa, a unos metros de las bodegas del IMSS, se encontraba el cuerpo de una mujer. Se percataron que la fémina presentaba sangre y múltiples golpes y que ya no se movía.

Avisaron a las autoridades y los paramédicos y policías confirmaron que la fémina estaba muerta y que presentaba huellas de violencia. Posteriormente, durante el levantamiento del cadáver se precisó que además presentaba huellas de haber tenido amarradas los pies y las manos.

Las autoridades presumen que fue agredida y asesinada en otro lugar y que posteriormente llevaron el cuerpo al lugar donde fue encontrado. Por los indicios se descartó que se haya tratado de un accidente.

Horas después trascendió que la occisa era una mujer que se encontraba ingresada en el anexo Guerreros de Cristo, ubicado en los límites de la junta auxiliar Romero Vargas y Cuautlancingo. Por lo que las autoridades investigan si la fémina pudo haber sido asesinada en ese lugar.

La ahora occisa oficialmente se encuentra señalada como desconocida ante las autoridades ministeriales. Se trata de una mujer de cerca de 35 años de edad, la cual vestía un pantalón morado, blusa verde y tenis azules.

Es importante mencionar que Guerreros de Cristo se hizo célebre en febrero del 2019, cuando el “padrino” del lugar fue levantado por un grupo armado junto con una joven anexada. Los hombres encapuchados dejaron escapar a los demás anexados. En aquella ocasión hubo diversos señalamientos que indicaban que en el lugar maltrataban a los adictos que acudían a buscar ayuda.