huixcolotla

Odilón Larios Nava / @odylarios

Los cadáveres de tres personas que aparentemente fueron ejecutadas fueron hallados dentro de dos pozos de agua vacíos ubicados en inmediaciones del Cerrito de Fátima, en el municipio de Huixcolotla, en los límites con Acatzingo. De ellos, dos cuerpos tenían características de haber sido privados de la vida hace algunos días, el tercero ya se encontraba en estado de osamenta. Los tres occisos se encuentran en calidad de desconocidos.
El hallazgo de esa fosa clandestina se dio gracias a que el pasado miércoles por la tarde autoridades de Acatzingo y familiares de un hombre llamado Javier Aquino Pérez, de 25 años de edad, quien está desaparecido desde el 22 a noviembre, se organizaron en brigadas para buscarlo por las inmediaciones, pretendían hallarlo vivo o muerto.
De esa manera por la tarde-noche del miércoles llegaron hasta los mencionados pozos ubicados en los límites de Huixcolotla con Acatzingo y se percataron de un intenso hedor a cuerpo putrefacto, por ello buscaron en las inmediaciones y en una fosa estaba un cuerpo, al buscar en el pozo cercano avistaron un segundo cadáver. Posteriormente, durante las diligencias del levantamiento de los cadáveres, se encontró en ese mismo lugar se encontraron restos de una tercera persona pero ya casi en calidad de osamenta.
Las diligencias del levantamiento de los cuerpos se prolongaron hasta las 06:00 horas de este jueves, pues para sacar los cuerpos del pozo se requirió de equipo especial de respiración autónoma por los gases generados en el fondo por los cuerpos en descomposición.
Según reportes policiales se trató de dos cuerpos el primero de ellos amarrado de pies y manos con una bolsa negra en la cabeza, por sus características se presume se trata de un hombre de entre 35 a 40 años de edad. El segundo varón tiene un tatuaje de Escudo Nacional en el pecho, también estaba amarrado de pies y manos y tenía un costal blanco en la cabeza, se le calculó una edad de entre 30 a 35 años de edad.
Del tercer cuerpo, al aparecer llevaba mucho más tiempo en el lugar, se desconocen sus particulares, por el grado de descomposición que guardaba ni siquiera se pudo determinar si fue hombre o mujer.
Personal de la Agencia Estatal de Investigación de la Comandancia de Tepeaca realizó las diligencias del levantamiento de los cuerpos, con el apoyo de peritos de la Fiscalía. Los cadáveres oficialmente se encuentran en calidad de desconocidos, por lo que las autoridades no han indicado si entre los muertos se encuentra el hombre que las personas y autoridades de Acatzingo estaban buscando de forma inicial, aunque las ropas de los muertos no corresponden con las que Javier Aquino Pérez, llevaba el día de su desaparición.
Entre las líneas de investigación se presume un posible ajuste entre bandas dedicadas a la ordeña de ductos de Pemex, pero no se descartó que pudiera estar relacionado con la venta y distribución de drogas.