El bebé encontrado muerto el pasado lunes en el interior del penal de San Miguel portaba algunos indicios por medio de los cuales se presume su probable identidad, y que pudo haber muerto en un hospital o clínica (incluso en algún lugar clandestino). Aun no se ha determinado cómo es que el pequeño fue ingresado al penal.
El pasado lunes un interno del penal de San Migue se encontraba recolectando y separando el PET que se junto durante el fin de semana en la basura, para posteriormente ser sacado por los camiones recolectores. Fue en ese momento en que se llevó una terrible sorpresa, pues notó que había un bebé muerto.
El hombre avisó a los custodios y estos a sus superiores, el sitio fue asegurado y se solicitó la intervención de la Fiscalía General del Estado (FGE) por medio del área de investigación de homicidios y peritos.
Por medio de fuentes policiales se confirmó que el cadáver corresponde a un bebé, varón, de aproximadamente 3 meses de edad, el cual presenta señales de que fue intervenido quirúrgicamente. En uno de sus brazos portaba un brazalete como los que colocan a los pacientes en los hospitales, con algunos datos que ya son corroborados por las autoridades.
Una de las hipótesis que se barajan de manera inicial, es que el bebé pudo morir en el exterior del penal y alguien, de alguna manera y por causas muy extrañas, lo ingresó al centro de reclusión.