Cerca del mediodía de este domingo se registró la explosión de una moto bomba en el exterior del Centro de Reinserción Social (CERESO) de Puebla, más conocido como la cárcel de San Miguel. Fue la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP) la que, por medio de su cuenta de Twitter, confirmó que se trató de la detonación de un artefacto explosivo, la cual solo causó daños materiales a tres vehículos, sin que en el incidente se registraran personas lesionadas.

Este parece un claro mensaje a los grupos delictivos que operan desde el penal de San Miguel. Cabe recordar que el 13 de noviembre hubo otro macabro mensaje, cuando un grupo delictivo ejecutó y decapitó a un presunto narcovendedor, cuyo cuerpo encobijado abandonaron enfrente del depósito de vehículo de la Fiscalía General del Estado (FGE) ubicado a unos metros del penal. Ese cadáver tenía atado un cartón con un mensaje a dirigido a un sujeto apodado el Español.

LA EXPLOSIÓN DE LA MOTOCICLETA

Inicialmente los reportes policiales señalaban que la motocicleta habría explotado por una falla mecánica. Sin embargo, los testigos fueron claros al señalar que la moto estaba apagada, sin conductor, y que después del estallido se percibió un fuerte olor a pólvora. Por ello los testigos, desde el principio fueron claros al señalar que se había tratado de un atentado.

Los testigos refirieron a los medios de comunicación que al filo de las 12:00 horas, tres sujetos llegaron en esa motocicleta, la dejaron estacionada cerca de algunos automóviles y después se marcharon. Diez minutos después la moto explotó. “Se escucharon tres explosiones” aseguraron los testigos, quienes también precisaron que la explosión produjo una nube de humo y un fuerte olor a pólvora.

En entrevista, algunos testigos indicaron que al acercarse al lugar de inmediato se percibía el olor a pólvora. “Vine a ver a un familiar, y sí, la verdad, se oyeron como tres estallidos y olor a pólvora”. Esta misma persona también indicó que la moto estaba sola. A la pregunta ¿qué cree que haya sido?, el hombre respondió: “Pues algún atentado… pues sí, olía a pólvora. Estuvo cañón”.

Otro testigo dijo que tres hombres llegaron a bordo de esa motocicleta, la dejaron estacionada y se retiraron. Y cerca de diez minutos después se dio la explosión. Este hombre también indicó que el estallido provocó una nube de humo.

Aunque los elementos de seguridad pública en el lugar intentaron minimizar la situación diciendo que se trataba de una falla mecánica, lo cual carecía de lógica porque la moto estaba apagada, fue la propia SSP la que por medio de su cuenta oficial de Twitter (@SSPGobPue) confirmó la versión del atentado:

“En el área de estacionamiento de los Juzgados Penales, contiguos al Centro Penitenciario de Puebla se registró una detonación que solo provocó daños menores en tres vehículos. El Grupo antiexplosivos de labora en la zona y se dio parte a la @FiscaliaPuebla para el inicio de las indagatorias y el esclarecimiento del hecho”.

Fuentes extraoficiales señalaron que esto aparentemente es parte de la lucha entre grupos delictivos por el control del penal de San Miguel. Como dato adicional, es importante señalar que en semanas recientes otros ataques con artefactos explosivos se han producido en la región de Tecamachalco.

Es importante también recordar que a inicios del mes de agosto fueron robados 4 mil cascos iniciadores fulminantes en una bodega de Santiago Acatlán, en el municipio de Tepeaca y hasta el momento dicho material explosivo no ha sido recuperado.