Dos ladrones armados con pistolas, asesinaron a padre e hijo, durante un asalto en una pozolería de la colonia Amor. Fue el sábado media hora antes de las 00:00 horas, cuando irrumpieron en el lugar y al encontrar resistencia por parte de sus víctimas no dudaron en accionar sus armas. Este restaurante había sido asaltado en múltiples ocasiones en los meses recientes.
El 911 recibió una llamada el sábado alrededor de las 23:30 horas, indicando que había varias personas lesionadas con arma de fuego, en la Pozolería Los Ángeles, ubicada en la 37 Norte número 3513-B, entre la Privada de la 6 Poniente y la 8 Poniente, de la colonia Amor.
Según los reportes policiales y algunos de los comensales, una familia acudió al lugar a cenar, sin embargo nunca imaginaron el peligro que les aguardaba. Mientras comían, ingresaron al lugar dos sujetos vestidos de negro, con cubre boca. Los delincuentes gritaron que se trataba de un asalto y que todos se tiraran al piso.
Uno de los ladrones se acercó a la mencionada familia e intentó arrebatar los objetos de valor, entonces un joven se resistió al asalto y le dispararon, su padre intervino y también recibió un balazo. El hombre de 24 años de edad, pereció en el sitio, el papá murió en la Beneficencia Española, cuando era atendido por los especialistas en medicina.
Sus familiares los identificaron como Rafael Alfaro Espino, de 24 años de edad y Rafael Alfaro Rodríguez, de 56 años, hijo y padre, respectivamente, quienes vivían en una colonia cercana a la pozolería.

muertos
Un testigo mencionó lo siguiente en una entrevista: “Estaba casi lleno. Llegaron dos hombres y gritaron: ‘todos tírense al suelo’, y nos agachamos. Yo me volteé y agaché la vista. Dicen las demás personas que los sujetos le querían quitar el celular a un chavo, pero este los enfrentó y le dispararon. Otro hombre que lo acompañaba intentó golpear con una botella a los rateros, pero también le dispararon” dijo el hombre entrevistado, a quien los nervios aún le hacían temblar la voz y las manos.
Aunque el lugar donde se cometió el robo está literalmente a unos metros de la Dirección de Policía Municipal, llegaron antes los uniformados del estado, pero ya habían pasado varios minutos y los delincuentes pudieron escapar, sin que se conozca el rumbo que tomaron.
Cabe destacar que Rafael hijo pereció en el interior de la pozolería, mientras que su padre fue llevado en la ambulancia 286 de Cruz Roja al hospital de la Beneficencia Española en donde perdió la vida momentos después.
Personal de la Agencia Estatal de Investigación de la décima comandancia, especializada en investigación de homicidios, acudió para realizar las diligencias del levantamiento y recabar los indicios encontrados en el lugar. La carpeta de investigación que iniciaron es la 8350/2016 de la Zona Centro.

pozoleria los angeles

FAMILIARES EXIGEN JUSTICIA
La familia a la que le tocó enfrentar esta pena, compartieron varios mensajes en sus redes sociales, en donde dejaron clara su exigencia de justicia y su sentir en contra de las autoridades de la ciudad, que han sido incapaces de detener a estos y otros delincuentes.
En algunas de sus cuentas personales colocaron algunos mensajes como los siguientes: “¿Qué sigue?, ¿Justicia propia?; Ahora a suplicar que la justicia nos entregue los cuerpos de mi hermano y de su hijo el día de hoy”, entre otros.

POLICÍAS MUNICIPALES SE TORNAN VIOLENTOS
Un grupo de policías municipales que viajaban en la patrulla P-714, llegaron tarde a atender el reporte de emergencia y fueron incapaces de impedir el crimen, sin embargo fueron valientes para intentar amedrentar y ofender a este reportero.
Estos uniformados claramente novatos, por sus apariencias y falta de experiencia, al ver que este reportero tomaba fotografías a la distancia, muy por detrás del cordón de seguridad, gritaron “retírate no puedes tomar fotos”.
Ante esto el reportero se identificó como “Prensa”, a lo que uno de esos policías que se dio más valor por tener cubierto el rostro con una “joifa”, y expelió “me vale madre que seas prensa, no puedes tomar fotos” en ese momento amagó con caminar hacia el reportero pero algo lo hizo detenerse – como si alguno de sus compañeros le hubiera llamado la atención – después balbuceó un par de ofensas más.