Odilón Larios/@Odylarios

Un enfrentamiento entre policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y miembros de una célula delictiva dedicada al narcotráfico en la ciudad de Puebla, dejó como saldo un comandante muerto por un disparo en la cabeza, así como once detenidos y siete armas largas de alto poder aseguradas. Entre los detenidos se encuentran tres lesionados, dos hombres y una mujer.

El comandante que pereció en cumplimiento del deber, a causa de un balazo en la cabeza, es Jesús Humberto Vázquez Ojeda, de 42 años, conocido entre sus compañeros con el apodo de Veneno. La muerte de este elemento de la policía municipal ocurrió casi de manera instantánea.

De acuerdo con los reportes policiales recabados de manera extraoficial, alrededor de las 12:30 horas los policías municipales detuvieron a sujetos que iban a bordo de una camioneta sospechosa. Durante la revisión de la unidad, encontraron que los tripulantes portaban armas de fuego de grueso calibre de uso exclusivo del Ejército Mexicano.

Es por ello que pretendían detener a los maleantes. Según las fuentes consultadas, los delincuentes intentaron negociar con los uniformados para que los dejaran libres, pero los policías no accedieron a corromperse.

En ese momento los maleantes y algunos de sus cómplices abrieron fuego, los policías repelieron la agresión, pero fueron superados. Veneno recibió un balazo en la cabeza el cual acabó con su vida. Los criminales desarmaron a los policías, les arrebataron las armas de cargo, incluso un radio de comunicación policial se perdió durante el enfrentamiento.

Lo anterior provocó una fuerte movilización policial de todas las corporaciones: policía municipal, policía estatal, tránsito municipal, vialidad del estado, Guardia Nacional, Ejército Mexicano y policía ministerial.

El fuerte dispositivo policial implementado en calles de la colonia Minerales de Guadalupe, permitió detener a once de los presuntos delincuentes y asegurarles siete armas de grueso calibre. Tres de los detenidos resultaron con impactos de bala, uno de ellos con dos balazos en el abdomen, el otro no se especificó, mientras que la mujer resultó con un balzo en el hombro izquierdo.

El lugar quedó sitiado por las fuerzas policiales y castrenses. El cadáver del comandante quedó tendido a la entrada de una farmacia ubicada en calle Oro casi esquina con calle Las Torres de la colonia Minerales de Guadalupe, a unos metros de la 3 Sur.

Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) de la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios, con peritos y elementos de la Dirección de Protección a Víctimas, llevaron a cabo las diligencias del levantamiento del cadáver y la recolección de los indicios. Además, aseguraron varios vehículos presumiblemente involucrados en estos hechos.

Los delincuentes que atacaron a los policías presumiblemente pertenecen a una peligrosa banda de narcos que operan al sur de la ciudad.

Vecinos de aquella demarcación exigen que las autoridades municipales, estatales y federales, hagan una limpia en toda esa zona, pues afirman que la venta de drogas ocurre en bares, lugares donde venden micheladas e incluso en tienditas. Afirman que son esos narcovendedores los generadores de la mayor parte de inseguridad que se vive al sur de la ciudad.