feminicidio

El cadáver desnudo de una joven mujer, el cual presentaba huellas de violencia, fue localizado en inmediaciones de la presa de Valsequillo. Presentaba un cordón de tendedero en el cuello, el cual le daba varias vueltas, su cuerpo tenía huellas de violencia y arrastre. Las autoridades no descartaron la posibilidad de que haya sido atacada sexualmente.
Esta joven mujer está en calidad de desconocida ante las autoridades ministeriales. Se presume, por sus características fisionómicas que tenía entre 17 y 20 años de edad. El cadáver desnudo – sólo llevaba colocados unos tines – fue localizado en un camino de terracería ubicado a 5 minutos de la presa de Valsequillo.
Antes de las 13:00 horas de este lunes los números de emergencias recibieron una llamada de los lugareños, quienes indicaban que en el camino de terracería que está pasando la presa de Valsequillo con dirección a san José Tejaluca, a no más de 5 minutos de distancia, se encontraba el cadáver de una mujer.
Los primeros en llegar al lugar fueron los policías municipales adscritos a la junta auxiliar de san Francisco Totimehuacán, quienes confirmaron que se trataba del cadáver de una mujer, quien mostraba huellas de violencia.
La mujer se encontraba boca abajo, se trata de una fémina de entre 17 a 20 años de edad, de tez moreno claro, cabello color negro, de complexión delgada, estaba desnuda, sólo llevaba puestos unos tines blancos con rallas amarillas, estas prendas tenían el área que cubre los dedos y el talón de color morado, y tenían dibujados un par de cerezas a la altura de los tobillos. En la mano derecha, a la altura de la muñeca, portaba una delgada pulsera color negro.
A unos metros del lugar en donde fue encontrado el cadáver las autoridades policiales encontraron regadas ropas de mujer, las cuales son las siguientes: un pans color beige con la leyenda Holli Ster en letras negras; ropa interior blanca; brasier color rosa; blusa color rosa con la leyenda Aéropostale; y una sudadera con mangas color verde agua con franjas de colores en la parte frontal.
En el cuello una soga color café, de las utilizadas para los tendederos, le daba varias vueltas, al final se observaba una especie de nudo mal hecho. El cuerpo mostraba señales de haber sido arrastrado.
El rostro lo tenía cubierto por surcos de sangre seca. Además entre la sien y la oreja derecha tenía el cuero cabelludo levantado en una especie de círculo que dejaba al descubierto el cráneo, muestra de la violencia aplicada a esta chica.
En un inicio se pensó que podría tratarse de alguna de las jóvenes mujeres reportadas como desaparecidas, pero eso no fue corroborado por las autoridades, aunque tampoco fue descartado.
Personal de la Agencia Estatal de Investigación realizó las diligencias del levantamiento del cadáver y con el auxilio del personal del Instituto de Ciencias Periciales se efectuó la recolección de indicios.
Hasta el cierre de esta edición se desconocía la identidad de la joven mujer y el móvil del asesinato, pero por la violencia que aplicaron en el asesinato se consideró como un feminicidio. No se descartó, pero tampoco se confirmó, que la mujer haya sido agredida sexualmente.
Como parte de las investigaciones se presume que la joven mujer fue arrastrada pero se ignora cómo es que fue jalado su cuerpo para sufrir las lesiones y marcas que se observaban en el cuerpo.
Este es el cuarto feminicidio que ocurre en la ciudad de Puebla en tan sólo una semana. En los tres anteriores, según informaron autoridades ministeriales, ya cuentan con serias y certeras líneas de investigación.