Odilón Larios Nava / @odylarios

Un enfrentamiento entre policías municipales y estatales contra miembros de una banda de narcovendedores cobró la vida de un comandante de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Puebla (SSC). La batalla entre policías y ladrones ocurrió al sur de la ciudad de Puebla, en la colonia Minerales de Guadalupe Sur. El uniformado recibió un disparo en la cabeza, lo cual le causó una muerte casi instantánea.
Oficialmente la titular de la SSC, María de Lourdes Rosales Martínez, en rueda de prensa, lamentó la muerte del comandante Jesús Humberto Vázquez Ojeda, de 42 años, conocido entre sus compañeros con el apodo de Veneno, y externó su pésame a los deudos, compañeros y amigos. Además de que indicó que esto los obliga a redoblar esfuerzos y no bajar la guardia en la lucha contra la delincuencia.

Rosales Martínez también confirmó que fueron detenidos 26 probables delincuentes – 22 hombres y dos mujeres –, entre los detenidos se encuentran tres lesionados por impactos de arma de fuego, dos hombres y una mujer. A los detenidos se les aseguraron armas de fuego – cortas y largas, así como municiones de diferentes calibres, celulares, vehículos, y diferentes cantidades de drogas como marihuana, cocaína, piedra, cristal y diversas dosis de medicamentos controlados.
Al cierre de esta edición periodística la policía municipal se encontraba remitiendo ante las autoridades ministeriales a los detenidos, las armas, las drogas, vehículos y demás objetos que los fueron asegurados a los criminales.
La secretaria indicó que alrededor de las 12:30 horas, recibieron una llamada de auxilio que indicaba que en la calle Oro en la colonia Minerales de Guadalupe Sur, había un hombre haciendo detonaciones con un arma de fuego, por ello policías municipales y estatales acudieron al lugar y fueron recibidos a balazos. Indicó que así es como inició el enfrentamiento.

Una versión policial extraoficial, indicó a este diario que los policías municipales detuvieron a sujetos que iban a bordo de una camioneta sospechosa. Durante la revisión de la unidad, encontraron que los tripulantes portaban armas de fuego de grueso calibre de uso exclusivo del Ejército Mexicano. Es por ello que pretendían detener a los maleantes. Según las fuentes consultadas, los delincuentes intentaron negociar con los uniformados para que los dejaran libres, pero los policías no accedieron a corromperse. Y, en ese momento los maleantes y algunos de sus cómplices abrieron fuego, los policías repelieron la agresión, pero fueron superados. Veneno recibió un balazo en la cabeza el cual acabó con su vida. Los criminales desarmaron a los policías, les arrebataron las armas de cargo, incluso un radio de comunicación policial se perdió durante el enfrentamiento. Aquí es donde concluye la cita de la versión extraoficial mencionada.
En respuesta a esta agresión se dio una fuerte movilización policial de todas las corporaciones: policía municipal, policía estatal, tránsito municipal, vialidad del estado, Guardia Nacional, Ejército Mexicano y policía ministerial.
El fuerte dispositivo policial implementado en calles de la colonia Minerales de Guadalupe, permitió detener a los 26 de los presuntos delincuentes y asegurarles al menos siete armas de grueso calibre. Tres de los detenidos resultaron con impactos de bala, uno de ellos con dos balazos en el abdomen, el otro no se especificó, mientras que la mujer de nombre Beatriz resultó con un balzo en el hombro izquierdo.
El lugar quedó sitiado por las fuerzas policiales y castrenses. El cadáver del comandante quedó tendido a la entrada de una farmacia ubicada en calle Oro casi esquina con calle Las Torres de la colonia Minerales de Guadalupe, a unos metros de la 3 Sur.
Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) de la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios, con peritos y elementos de la Dirección de Protección a Víctimas, llevaron a cabo las diligencias del levantamiento del cadáver y la recolección de los indicios. Además, aseguraron varios vehículos presumiblemente involucrados en estos hechos.
Los delincuentes que atacaron a los policías presumiblemente pertenecen a una peligrosa banda de narcos que operan al sur de la ciudad. El grupo delictivo que atacó a los policías está liderado por un sujeto al que apodan El Pelón.
Vecinos de aquella demarcación exigen que las autoridades municipales, estatales y federales, hagan una limpia en toda esa zona, pues afirman que la venta de drogas ocurre en bares, lugares donde venden micheladas e incluso en tienditas. Afirman que son esos narcovendedores los generadores de la mayor parte de inseguridad que se vive al sur de la ciudad.