Odilón Larios Nava / @odylarios

Tres jóvenes se salvaron de ser linchados la madrugada del sábado en la población Tlacomulco, perteneciente al municipio de Huauchinango, la cual colinda con el estado de Hidalgo. Fueron sus madres quienes intervinieron para que el pueblo no los matara, eso y la oportuna intervención de la Policía Estatal es lo que mantiene con vida a los hombres que una turba acusaba de ser rateros.
Es importante destacar la falta de coordinación y solidaridad de los municipios cercanos, a los cuales les solicitaron apoyo, pero se negaron a acudir esgrimiendo diversos pretextos. Algunos de los municipios a los que les solicitaron ayuda y declinaron ayudar, fueron Zacatlán y Xicotepec.
El intento de linchamiento ocurrió en los primeros minutos del sábado, cuando cerca de 200 pobladores acusaron a tres jóvenes de ser ladrones, por lo que derribaron puertas de la presidencia de la comunidad y también rociaron las instalaciones con gasolina, pues amagaban con quemarlos.
Los tres detenidos se identificaron como Zeferino L. V., de 21 años, Mario Alberto V. G., de 17 años y Genaro V. M., de 19 años. Las madres de estos hombres al saber que la gente los quería linchar acudieron al lugar para interceder por sus vástagos.
Fue incluso una de las madres de los retenidos, la que llamó a las autoridades pidiendo apoyo y a la vez comunicó a las autoridades con los tres hombres que la población quería linchar. Estas personas señalaron que no hicieron nada malo por lo que no entendían por qué la gente les quería causar daño.
Luego de que la gente derribara las puertas de la presidencia, sacó a los tres hombres, los llevó hasta las canchas y ahí los golpeó, después la policía estatal ingresó y pudo rescatar a los hombres golpeados. Los trasladó a la presidencia municipal de Huauchinango para que recibieran atención médica y para las acciones legales correspondientes.