José Lucio Gonzalo Gómez y Barranco, más conocido como Don Gonza, cuenta con 75 años de edad, actualmente ocupa el cargo de Subcoordinador de la Sección de Rescate Urbano de Socorros de Cruz Roja Puebla.
Se trata de toda una institución viviente en el Rescate Urbano, en reconocimiento a su destacada trayectoria Cruz Roja Puebla bautizó al Camión de Rescate Urbano con su nombre: Don Gonza.
Este Día del Socorrista a manera de homenaje realizamos una entrevista a Don Gonza.
Gracias y feliz día a todos los socorristas y paramédicos poblanos que, por humanismo, a diario salvan la vida a decenas de desconocidos.

Odilón Larios Nava. – Este día, 24 de junio, se festeja en México el Día del Socorrista, y desde este medio felicitamos y reconocemos la labor altruista y humanitaria que desempeñan los rescatistas y paramédicos de todas las corporaciones. El marco de este festejo es el oportuno para rendir un merecido homenaje a “Don Gonza”, por sus 44 años de servicio ininterrumpidos, quien es una institución en Cruz Roja y en Puebla en materia de Rescate Urbano.

José Lucio Gonzalo Gómez y Barranco, cuenta con 75 años de edad, actualmente ocupa el cargo de Subcoordinador de la Sección de Rescate Urbano de Socorros de Cruz Roja Puebla. Cuenta con la especialidad de Técnico en Extracción Vehicular Nivel II. Don Gonza es toda una institución en Cruz Roja Puebla, tanto así que el vehículo de rescate urbano de la institución lleva el nombre con el que lo conocen sus amigos, compañeros, discípulos y los medios de comunicación: “Don Gonzá”.

El amor a la vida, el humanismo y el espíritu de altruista, después de 44 años, siguen intactos en Don Gonza, pese a que sus hijos le piden que ya se retire, él les menciona que “ayudar es su vida” y que no sabría qué hacer si deja de ser rescatista, por ello continúa activo a sus 75 años y no piensa en retirarse.

El destino llevó a José Lucio, cuando era muy joven a Cruz Roja. Él era un apasionado del alpinismo, cada ocho días subía a la montaña. Un curso en primeros auxilios para alta montaña lo llevó a Cruz Roja, donde obtuvo un diploma por el curso de tres meses. Después siguió capacitándose.

En las capacitaciones, tomó cursos de rescate urbano, Puebla fue uno de los primeros estados en contar con un grupo especializado para ese tipo de siniestros. Al joven José Lucio, le atrajo desde el inicio el manejo de las máquinas hidráulicas, el utilizar sus conocimientos para salvar vidas.

Llegó el momento en que tuvo que decantarse por la alta montaña o el rescate urbano, y eligió este último. Desde entonces su figura y su rostro se volvió una constante en aquellos lugares donde había una tragedia, su destreza, experiencia y presencia en el lugar se volvió en un rayo de esperanza para las personas siniestradas.

Durante estos 44 años de servicio ininterrumpido, ha salvado cientos de vidas – no lo dice él, por humildad, sino sus compañeros, amigos y colegas –. Algunos de esos casos lo han dejado marcado y los recuerda con la satisfacción que solo se obtiene cuando se hace el bien: uno de esos casos fue el rescate de una mujer y su hijo, quienes se encontraban sepultados entre los escombros en el Distrito Federal tras el sismo ocurrido en 1985, la mujer y su hijo vivieron; el otro fue el rescate de una familia en el Centro de la ciudad de Puebla, donde tras un derrumbe la puerta cayó, pero dejó un leve hueco por debajo, en donde un hombre con sus esposa e hijo quedaron atrapados, Don Gonzá y su equipo planearon la estrategia y lograron rescatarlos, “golpeados, lastimados, pero vivos” dice emocionado el experimentado rescatista.

Don Gonza entiende que debe trasmitir la experiencia y conocimientos a las nuevas generaciones, por ello disfruta trabajar con los jóvenes, quienes tienen muchos ímpetus y ganas de ayudar, pero sabe que hay que guiarlos para que aprendan la importancia de la paciencia y la planeación, para que las cosas siempre salgan bien. A esa mezcla entre experiencia y juventud Don Gonza le llama acertadamente “equilibrio”.

Como rescatista especializado en extracción vehicular señala: “ Yo recomendaría a todos los que manejan un vehículo automotor, manejar con mucha precaución, con mucho cuidado, con mucha conciencia, porque hay gente a pie, caminando por las banquetas, cruzando las calles, lo cual implica la responsabilidad por parte de los conductores”.

A sus 75 años, se ve feliz y satisfecho de portar el uniforme y el casco de rescatista. Sonríe cuando uno de sus compañeros comenta a este reportero que el camión de rescate urbano lleva el nombre de Don Gonza, sin duda un merecido reconocimiento a su dedicación, a su trabajo, amor a la vida y la preparación, pero sobre todo al altruismo y humanismo que engalanan a Don Gonza. Desde este medio también le agradecemos por todos estos años que ha servido puntualmente a los poblanos.