Odilón Larios Nava / @odylarios

Dos de los siete linchados el pasado miércoles en Tepexco y Cohuecan, eran oriundos de Guerrero, sus familiares afirmaron que trabajaban en la zona y que no eran secuestradores, es decir que son inocentes al que el pueblo mató.
La esposa de uno de los linchados, de Ulises Odair, señaló que su marido y Merary Zuriel, salieron a comprar alimentos, cuando la turba los tomó por secuestradores y los persiguió para después lincharlos.
La mujer señaló que Ulises Odair, al verse perseguido por la turba alcanzó a hacerle una video llamada en la que le externó: «Si no salgo de esta, quiero decirte que no tengo nada que ver, y no hay de otra, que Dios los perdone”. A partir de ese momento perdió la comunicación y después en medios de comunicación se enteró del linchamiento.
La familia de estos dos hombres indicó que Ulises Odair dejó huérfano a un niño de 7 años y que Merary Zuriel dejó en la orfandad a una niña de seis años. Señalaron que son originarios de Chilpancingo, Guerrero. Y que se encontraban en la región porque en su lugar de origen no hay trabajo, y fueron a laborar a la zona de Tepexco y Cohuecan, donde su patrón les daba alojamiento además de la paga.
Ante esta presunta inocencia de estas personas, sus familiares exigen a las autoridades que investiguen a fondo los hechos y que castiguen a los responsables.