Dos hombres ejecutados, y dos vehículos de carga completamente calcinados, fue el saldo que dejó un enfrentamiento a balazos entre grupos delictivos en el municipio de Tecamachalco. Los hombres presentaban diversos impactos de arma de fuego, entre ellos el tiro de gracia.

Fue antes de las siete de la mañana, cuando los vecinos de Santa Rosa, en Tecamachalco, en los límites con Huixcolotla, reportaron un tiroteo. Posteriormente la policía de Huixcolotla (porque Tecamachalco no tiene policía) acudió hasta el sitio conocido como El Cementerio (porque se ha convertido en un tiradero de cadáveres) y encontró un tráiler y un torton ardiendo en llamas.

Al revisar el sitio, los policías encontraron a dos hombres ejecutados a unos metros de los vehículos calcinados. Es por ello que solicitaron apoyo a la Policía Estatal y a la Guardia Nacional, a la vez que pidieron la intervención de la Fiscalía General del Estado (FGE).

Los agentes ministeriales llegaron hasta el camino de terracería donde ocurrieron estas ejecuciones, en inmediaciones del canal de Valsequillo y el puente Ahuilanco, perteneciente a terrenos de Tecamachalco.

Los hombres ejecutados son de entre 25 y 30 años de edad, se encuentran en calidad de desconocido. Uno de ellos portaba pantalón de mezclilla de color azul, calcetines de color negro y chamarra de color verde. El segundo también llevaba pantalón azul de mezclilla, una sudadera de color rojo y calzado tipo tenis.

En el lugar fueron embalados múltiples casquillos de grueso calibre. También se aseguró el tráiler con tractocamión de la marca Kenworth, color blanco con caja completamente calcinada. El vehículo cuenta con logotipos de la empresa Regiomontanos Colchones, cuya dirección se encuentra ubicada en Santiago, Nuevo León. También se aseguró un camión de redilas de color rojo.

Ambas unidades fueron acabadas por el fuego. Como parte de las indagatorias se investiga la forma en cómo les prendieron fuego a estas unidades.

Inicialmente las autoridades policiales presumen que se trató de un ajuste de cuentas entre grupos delictivos que operan en aquella peligrosa región del estado, conocida como el Triángulo Rojo.