Odilón Larios Nava / @odylarios

Familiares de la mujer que fue asesinada en octubre del 2016 al ser golpeada con un molcajete, en su casa del Barrio de San Antonio, exigen que la Fiscalía General del Estado (FGE) por medio de su Ministerio Público hagan su trabajo y se lleve a la brevedad la audiencia para que dicten sentencia al homicida, el cual está confeso, pero aun así el Fiscal está retrasando la audiencia.
Los familiares de la mujer asesinada, Regina Flores Rosales, de 70 años de edad, señalan que les parece que el Ministerio Público quiere favorecer al homicida. Aunque está confeso, el Fiscal les está proponiendo que acepten un procedimiento abreviado, pese a que eso sólo beneficial el imputado por el homicidio.
Como en este espacio se informó oportunamente en su momento, Regina fue asesinada el 26 de octubre del 2016, en su domicilio. Se sabe que fue golpeada con un molcajete en repetidas ocasiones por un hombre llamado Alfredo M. O., apodado “El Moustro”, quien días después de cometer el crimen se entregó a las autoridades y se dijo culpable, aunque alegó haber estado bajo los efectos de las drogas.
Cabe destacar que después de entregarse, comenzó el proceso en contra de Alfredo, cuyo plazo de investigación venció hace casi dos meses, sin embargo el Ministerio Público sigue aplazando la audiencia y presionando a la familia de Regina para que acepten un procedimiento abreviado, que de abreviado no tendría nada pues ya ha pasado un año desde que se dio el homicidio de la septuagenaria.
El hijo de la mujer asesinada, Luis Tenorio, señaló que no aceptan el procedimiento abreviado por la siguiente situación: “Si nosotros optamos el procedimiento abreviado, nos hablan de que el culpable alcanzaría de 10 a 12 años de prisión, pero además tendría beneficios procesales, y podría salir antes. Nosotros lo que queremos es que se haga justicia y que el Ministerio Público haga su labor para con nosotros porque pareciera que se está inclinando hacia la otra parte”.
El 26 de octubre del 2016 fue asesinada Regina en su domicilio ubicado en el número 2005 de la calle 3 Norte, en el Centro Histórico de Puebla. Este asesinato indignó a los vecinos y conocidos de Regina, ya que la mujer era muy querida, pues era muy trabajadora, a su avanzada edad se dedicaba a la venta de hot cakes en aquella zona de la ciudad.