Odilón Larios Nava. – Fueron dos muertos el saldo que dejó la irrupción de un comando armado en Guadalupe Potreros, en el municipio de esperanza. Uno de ellos fue un recluso que gozaba del beneficio de prisión domiciliaria y el otro un integrante del comando armado. Resalta el hecho que, algunos de los criminales que perpetraron el ataque iban vestidos como policías, con uniformes azules y cascos balísticos, algunos otros vestidos de civil, incluso portaban chalecos balísticos con la leyenda Policía Estatal. Lo anterior lo confirmaron fuentes policiales cercanas a este diario.

Además, en el saldo de los violentos acontecimientos ocurridos el lunes alrededor de las cinco de la tarde, también se debe incluir el robo de cinco armas a elementos de la Policía Estatal, un arma larga y cuatro armas cortas, estas últimas de la marca Pietro Beretta. Además, en el lugar de intervención las autoridades policiales detectaron una granada de fragmentación de color verde, la cual estaba tirada entre el pasto. El artefacto explosivo fue asegurado y retirado del sitio por personal de la Marina Armada de México.

ANTECENDENTES

En un domicilio de la calle principal de Guadalupe Potreros, en el municipio de Esperanza, cuatro elementos de la Policía Estatal Preventiva prestaban el servicio de resguardo, pues en el lugar un peligroso delincuente gozaba del beneficio de prisión domiciliaria.

El presunto delincuente con esta medida cautelar era Julio César Z. R., quien formó parte de la banda de Los Zúñiga, la cual hasta hace unos años tuvo mucho poder en la zona de Esperanza y parte de la zona limítrofe con Veracruz, señalaron fuentes ciudadanas. Increíblemente un Juez del Tribunal Superior de Justicia de Puebla le otorgó el beneficio de prisión domiciliaria pese a estar señalado de los delitos de secuestro agravado y daño en propiedad ajena.

El lunes tres de los policías asignados a dicho servicio salieron a una encomienda, quedando solo un policía a cargo del resguardo. Sin embargo, cuando los policías que habían salido regresaban, fueron interceptados por un grupo armado conformado por cerca de 40 sujetos, que portaban armas largas.

Los delincuentes sometieron a los policías y los guiaron hasta la casa que resguardaban, donde estaba en prisión domiciliaria Julio César. Previamente los habían despojado de sus armas de cargo.

El grupo armado llegó hasta el domicilio e ingresó, en el interior acribillaron a balazos a Julio César, que según fuentes policiales era el último sobreviviente de la banda de Los Zúñiga. Era el objetivo del grupo criminal, el cual lograron.

Según los reportes policiales, cuando el grupo armado estaba por retirarse del sitio, se escucharon detonaciones de arma de fuego desde el cerro, con el cual colinda el domicilio donde resguardaban a Julio César.

Esos disparos hechos desde el cerro, por alguna persona cuya identidad se desconoce, causaron la muerte de uno de los integrantes del peligroso grupo armado, el cual portaba ropas de color azul, botas de color caqui, chaleco balístico con la leyenda Policía Estatal e incluso un casco balístico de color negro.

Los integrantes del grupo criminal escaparon del lugar, dejando el cadáver de su compañero en el sitio. Mientras que se llevaron privados de la libertad a los cuatro policías estatales que hacían el resguardo del domicilio y los dejaron abandonados en la entrada a la comunidad de San Manuel La Puerta, en Esperanza. Los cuatro uniformados fueron ubicados vivos e ilesos un par de horas después.

Estos hechos violentos causaron una fuerte movilización de la Policía Estatal, incluido el helicóptero del Gobierno del Estado, Guardia Nacional, Ejército y la Marina.

Hasta el momento no se ha dado a conocer la identidad del delincuente abatido el cual iba disfrazado como policía. Tampoco se ha dado a conocer qué grupo delictivo se adjudica este crimen.