El hombre que murió la madrugada del domingo en los separos de la policía municipal de San Miguel Xoxtla, fue sepultado la tarde de este martes. Familiares, amigos y excompañeros de la facultad de Artes Plásticas de la BUAP exigieron justicia. Hay que resaltar que los familiares acusan que Juan Carlos fue asesinado presuntamente a golpes por los policías del lugar.
Aunque el presidente municipal Ángel Flores Ramos, en una respuesta tardía, el domingo por la noche, leyó un comunicado donde exoneraba a sus policías de la muerte del joven detenido. Este martes el gobernador del estado Miguel Barbosa Huerta, afirmó en su conferencia matutina que todos los policías e incluso funcionarios municipales no policías, estaban siendo investigadores, dejando entre ver que todo apunta a que la muerte del joven sí se trató de un abuso policial.
El mandatario señaló; “Todo apuna a un abuso policial”, aseguró que están dando seguimiento a este tema delicado. Fue él quien reveló que todos los policías de Xoxtla, incluidos los altos mandos, se encontraban compareciendo ante las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Cabe señalar que las instalaciones de la comisaría municipal de Xoxtla se encuentran aseguradas con los respectivos sellos de la Fiscalía General del Estado (FGE). También es importante mencionar que la causa de muerte del hombre de 30 años fue por traumatismo (golpes).
Barbosa Huerta indicó que la Fiscalía en breve podría estar emitiendo algún comunicado actualizando la información con relación a la muerte de este joven.
SEPELIO
Familiares, amigos y excompañeros de la facultad de Artes Plásticas conformaron el cortejo fúnebre que acompañó el féretro con los restos de Juan Carlos. La comitiva la encabezaron con un cuadro con el rostro de Juan Carlos. También destacó un grupo que entonó música banda para dar el último adiós.
El cortejo salió del domicilio de Juan Carlos y se dirigió a la iglesia del centro de la comunidad, donde hubo misa de cuerpo presente. Después partieron rumbo al panteón y al pasar por la presidencia y la comandancia alzaron el puño y gritaron exigiendo justicia.
