Tres peligrosos narcovendedores, pertenecientes al grupo delictivo de la Panda (Yukari Itzel) fueron detenidos en horas recientes en Atlixco por la Policía Estatal Preventiva (PEP). Este grupo delictivo es considerado el principal generador de violencia en aquella región, se le relaciona con ejecuciones, extorciones, cobro de piso y venta de drogas.

Fuentes policiales consultadas indicaron que esta banda liderada por la Panda, opera desde Atlixco y sus tentáculos llegan hasta Tepeojuma y San Andrés Cholula. Son los principales generadores de violencia en aquella región y no se descarta que estén relacionados con el triple homicidio ocurrido a bordo de una unidad de transporte público el pasado sábado.

Los detenidos son: Oscar Jubanel, apodado el Juba, de 19 años de edad, que es hijo del lugarteniente de la Panada; Enrique B. M., de 59 años de edad, este es quien se encarga de la distribución de las drogas en los diversos puntos de venta que tienen en la región (también es el brazo derecho del padre del Juba); y Maria Elena, alias la Flaca, de 22 años de edad.

A estos peligrosos delincuentes se les aseguraron 44 envoltorios con la droga conocida como cristal y 107 envoltorios de hierba verde con las características propias de la marihuana. También les fueron asegurados tres equipos celulares.

La detención ocurrió la noche del miércoles en la calle sin nombre de la colonia la Trapera, en el ejido de San Diego Acapulco, en Atlixco. Este es un duro golpe en la estructura delictiva que lidera Yukari Itzel, apodada la Panda.

En esta acción resalta la detención del Juba, cuyo padre quién es uno de los líderes de la banda es considerado uno de los objetivos del Atlas Delictivo en la mixteca poblana. La Panda también es un objetivo de las autoridades policiales.

También es muy importante la detención del Feo, pues este hombre además de tener bajo su control los puntos de venta, de acuerdo con las autoridades también era el encargado de eliminar a los enemigos que indicaba el padre del Juba y la Panda.

Las investigaciones de las autoridades también han podido establecer que el padre del Juba es el encargado de levantar y torturar a las víctimas, ya sea para obligarlos a vender sus drogas o para extorsionarlos, también se le vincula con la ejecución de algunos de sus enemigos.