Un hombre fue asesinado a machetazos en campos de cultivo pertenecientes al ejido de Atencingo, en el municipio de Chietla, en la mixteca poblana. Se trata de un varón que vivía en la indigencia, desde un mes antes se quedaba a dormir en inmediaciones de los sembradíos de caña en donde fue localizado el pasado su cadáver el pasado viernes por la tardenoche.
Un campesino se encontraba regando una parcela sembrada con caña de azúcar cuando se percató del hedor de un cuerpo en descomposición (en ese momento creyó que se trataba de un animal), pero al acercarse hasta el sitio de donde procedía el mal olor se llevó una tremenda sorpresa, pues se trataba de un cuerpo humano.
El hombre fue hasta la presidencia auxiliar de Atencingo, en donde se encuentra la comandancia de Atencingo, en ese momento avisó a la policía y los guio hasta el lugar mencionado.
Los policías municipales y estatales procedieron a asegurar el área de intervención. El campo de cultivo donde se localizó el cuerpo es conocido con el nombre de Tres Pez, ubicado del otro lado del Puente Pelón, en el ejido de Atencingo.
Agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE), de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos y peritos criminalistas, fueron los encargados de realizar las diligencias del levantamiento del cadáver dentro de la carpeta de investigación FGE/CDI/CGEIHD/IZUCARMAT-I/000063/2024. El ahora occiso se encuentra señalado como desconocido número 01/2024 de Izúcar de Matamoros.
Los campesinos indicaron a las autoridades que no lo conocían y tampoco saben su procedencia. Sin embargo, indicaron que desde un mes antes se quedaba a dormir en esos campos de siembra.
Se desconoce el móvil del crimen, pero el cuerpo acusaba múltiples lesiones causadas con machete en el rostro, cabeza y cuerpo, incluso el cuerpo mostraba huellas de defensa en ambas manos.
El ahora occiso es de aproximadamente 40 a 45 años de edad, portaba pantalón de mezclilla de color azul, playera de color amarillo y tenis de color negro. Como rasgo particular destaca un tatuaje en el pecho del occiso, con la leyenda: “Laysa Fernandez”.
El cadáver ya presentaba signos de descomposición, por lo que se presume el hombre habría sido asesinado un par de días antes.
El cuerpo fue llevado en un vehículo de la Unidad de Traslados y Recuperación de Cadáveres (UTREC), al anfiteatro de Izúcar de Matamoros, de no ser identificado y reclamado por sus deudos irá a parar a la fosa común.
