Dos muertos y dos lesionados fue el saldo que dejó una emboscada a una familia en el kilómetro 001+000 de la carretera Jonotla-Tuzamapan, en el municipio de Jonotla. Los occisos son, padre e hijo, ambos presentaban el tiro de gracia. Una mujer y un hombre resultaron gravemente lesionados. Les dispararon en más de 30 ocasiones con armas tipo AR-15 y 9 milímetros; autoridades descartaron el robo como móvil, aseguran se trató de un ataque directo, pero aún no determinan el móvil.

Este brutal ataque ocurrió el pasado viernes alrededor de las cinco de la tarde. El hecho se perpetró cuando la familia viajaba en una camioneta Nissan, doble cabina, color rojo, con placas de circulación del estado de Veracruz. Esa camioneta esta acondicionada para brindar servicio de combi.

Los indicios señalan a las autoridades de que los sicarios estaban esperando a sus víctimas. Los emboscaron en la parte más angosta y fea de esa carretera. Al llegar a ese punto, les dispararon en más de 30 ocasiones con armas de fuego del tipo AR15 y 9 milímetros, eso se desprende de los casquillos encontrados en el lugar.

Los dos hombres muertos, Mario Régulo, de 44 años y su hijo Mario Dayane, recibieron diversos impactos de bala, e incluso presentaban el tiro de gracia, ambos viajaban en el frente. El hombre y la mujer que resultaron lesionados viajaban en la parte trasera, fueron trasladados a un nosocomio de aquella región.

Autoridades municipales acudieron a acordonar el área y posteriormente la Fiscalía General del Estado (FGE) se encargó de llevar a cabo el levantamiento de los cadáveres y la recolección de los indicios.

Las diligencias de este caso culminaron por la madrugada del día sábado. Aunque quedó descartado que se haya tratado de un intento de robo, y se confirmó que se trata de un ataque directo, las autoridades aún no han podido establecer cuál es el móvil de este ataque.

Habitantes de aquella región del estado informaron a este diario que en ese tramo carretero operan bandas dedicadas al asalto a comerciantes y a automovilistas privados, las cuales operan libremente debido a la nula presencia policial en la zona. Por lo que exigen a las autoridades de los municipios de aquella región y a la policía estatal que se incremente la vigilancia para impedir que esos delincuentes sigan cometiendo sus fechorías.