Fueron sentenciados a 55 años de prisión los sádicos secuestradores que torturaron, mutilaron y asesinaron a un empresario tortillero de Nealtican. Caso que ocurrió en junio del 2020. Los desalmados criminales, que escuchaban música clásica mientras cortaban los dedos a su víctima, prácticamente pasarán el resto de sus vidas tras las rejas.

Como se informó en su momento en este espacio noticioso, el 11 de junio del 2020, el empresario tortillero, Francisco, de 61 años de edad, fue privado de la libertad cuando se dirigía al terreno donde tenía sus animales de crianza. Después fue trasladado a una casa de seguridad en la colonia Satélite Magisterial, en la ciudad de Puebla.

Los criminales exigieron 3 millones de pesos como rescate y fueron inflexibles. Desde un inicio indicaron a la familia que cortarían un dedo a Francisco por cada día que pasara sin cumplir su exigencia económica. Los maleantes amputaron dos dedos a su víctima, además de otras terribles formas de tortura a las que lo sometieron.

Los actos de barbarie fueron grabados en video y enviados a sus familiares, para presionarlos a entregar el dinero. Pero no pudieron reunir el dinero. Francisco murió por toda la tortura recibida.

La Fiscalía Especializada en Investigación de Secuestro y Extorsión (FEISE) localizó la casa de seguridad y capturó a los cinco secuestradores, cuatro de ellos procedentes de otras entidades del país. Tras dos años de proceso y juicio, fueron sentenciados a 55 años de prisión y a la reparación del daño a los deudos.

Los cinco secuestradores sentenciados son: Víctor Hugo, alias “El Negro” de 33 años de edad y Pedro, de 37 años, ambos de Tuxpan, Veracruz; Diego, de 23 años, de Córdoba, Veracruz; Jorge David, de 28 años, del estado de México; y Juan Alberto N, alias “Don Betote” de 50 años de edad, nativo de Atlixco, Puebla.

OTRO CASO DE SECUESTRO CON SENTENCIA

Además, se impuso pena de 50 años de prisión contra Luis Ángel N., Enrique N., Obet N. y Obet N., quienes fueron encontrados penalmente responsables del secuestro de un seminarista ocurrido en 2019 en Atzitzihuacán.