Campesinos de Tepeojuma localizaron el cadáver putrefacto de un hombre en el río Nexapa. Los lugareños se vieron atraídos a ese paraje poco transitado por un grupo de zopilotes que volaban muy bajo. Al acercarse notaron que el cuerpo en avanzado estado de descomposición de un hombre estaba atorado en las raíces de un ahuehuete y que esa era la causa de que los carroñeros estuvieran en el sitio. Como la corriente del río era mucha, se requirió de rescatistas de bomberos para extraer el cadáver.

Por el grado de descomposición que presenta el cuerpo no se pudieron apreciar las características propias de la media filiación, y por obvias razones oficialmente se encuentra en calidad de desconocido. Tampoco fue posible determinar la causa de muerte, por lo que se desconoce si pereció ahogado o fue otra la causa de su deceso, eso se podrá conocer una vez que se realice la necropsia al cadáver.

Fueron campesinos de aquella comunidad los que al pasar por el paraje el Ojito, entre la Magdalena y Poza Azul, se percataron que había muchos zopilotes sobrevolando la zona del río, en una parte por donde los lugareños no suelen pasar.

Así fue que al acercarse notaron que la razón de que los zopilotes volaran bajo era el cuerpo humano atorado en las raíces de un ahuehuete. Por ello dieron aviso a las autoridades municipales de Tepeojuma, quienes en coordinación con la policía estatal llegaron hasta el lugar y aseguraron la zona.

Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) llevó a cabo las diligencias del levantamiento del cadáver e iniciaron las acciones de investigación.