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Aparentemente a golpes fue asesinado un hombre de 34 años de edad, en san Pedro Cholula, el cadáver fue hallado este martes por la mañana en las inmediaciones de la carretera a Calpan. Se trata de una persona que se desempeñaba como policía municipal de san Pedro Cholula, el cual probablemente fue asesinado a golpes derivado de un hecho entre particulares.
Es importante mencionar que el policía se encontraba franco cuando fue agredido, por lo que el homicidio no está relacionado con su función policial.
Fue identificado como Aparicio Rodríguez, de 34 años de edad, quien era policía de dicho municipio desde hace 16 años y ostentaba la placa número 65. Trascendió que pensaba retirarse en los próximos días, mencionó a varios de sus compañeros desde semanas atrás que sólo esperaba recibir el aguinaldo y dejaría la policía.
Por la mañana de este martes, alrededor de las nueve horas, el cuerpo sin vida de Aparicio Rodríguez, fue localizado en un paraje ubicado a pocos metros de la carretera a Calpan. El cuerpo estaba boca abajo, con signos de descomposición. Vestía tenis color negro tipo bota, con un logotipo en rojo, pantalón de mezclilla color azul y sudadera gris. Aparentemente hombre presentaba una lesión en la cabeza a la altura de la oreja.

SALIÓ FRANCO

Los antecedentes del caso comenzaron el pasado sábado, cuando en san Pedro Cholula se realizó un desfile de bandas escolares de música, en donde participaron escuelas de diversos estados del país. Ignacio Aparicio, como otros de sus compañeros, fue convocado para brindar seguridad a dicho evento.
Una vez que el desfile concluyó, sus mandos le dieron la franquicia que le correspondía, es decir que quedaba fuera de sus funciones policiales hasta el día lunes por la mañana. En vez de ir a su domicilio con su esposa, Ignacio y dos de sus compañeros – un policía y un guardia de bien – decidieron irse de parranda.
Según las primeras versiones de los hechos pasaron a comprar cervezas y después acudieron a un “table dance”en donde habrían estado hasta pasadas las dos de la mañana del domingo. Después salieron para abordar el vehículo de Ignacio.
En algún momento entre el tiempo que estuvieron en el bar y a la salida del mismo, se habrían visto inmersos en un altercado con otros automovilistas, algunas versiones señalan más precisamente que con un grupo de taxistas.
Según las versiones policiales consultadas por este diario, Ignacio y sus acompañantes, en su faceta de civiles, comenzaron a escapar de sus perseguidores.
Esta persecución de taxistas a un vehículo privado fue reportada por el C-5 por la madrugada, pero cuando los policías del municipio de san Pedro hicieron un recorrido de búsqueda no localizaron el hecho. Minutos después una llamada indicó que en la carretera a Calpan se encontraba un vehículo que al parecer había volcado.
Es así como el personal de Seguridad Pública de San Pedro Cholula llegaron hasta el lugar y encontraron dicho auto color negro, el cual no había volcado sino que había sido “bandalizado”. Le rompieron los faros, parabrisas y le arrancaron el estéreo y las bocinas, pero sólo para hacer daño la unidad, no hay indicios de robo. Pero en el lugar no se encontraron señas de los tripulantes de la unidad, ni de los agresores. El auto fue asegurado por las autoridades municipales, respetando los debidos protocolos de seguridad.
El día domingo por la mañana la esposa de Ignacio llegó a las instalaciones de la Comisaria de san Pedro para pedir informes de su esposo pues no había tenido noticias de él. Ignacio le había mentido diciendo que iba a estar trabajando, cuando en realidad estaba franco. Pero alguien le avisó a la mujer que habían localizado el carro de su esposo con huellas de violencia.
Desde ese día los familiares y sus compañeros se interesaron por dar con el paradero de Aparicio Rodríguez. Pero no pudieron dar con él, fue hasta este martes por la mañana cuando lo hallaron muerto en las condiciones antes descritas y dieron aviso al personal de la Agencia Estatal de Investigación para que efectuaran el levantamiento del cuerpo.

EL DECIR DE LOS ACOMPAÑANTES DE IGNACIO

El guardia de bien (un vecino de san Pedro respetado por la comunidad, quien colabora con la policía) que acompañaba a Ignacio, corroboró a sus mandos que tras salir del trabajo el día sábado fueron a tomar unos tragos. Así mismo que unos taxistas los persiguieron y que al llegar al punto donde fue encontrado el carro, abandonaron la unidad.
Él corrió hacia el cerro Zapotecas, e Ignacio y el otro policía se quedaron juntos y no supo qué fue de ellos.
Mientras que el policía que se presume permaneció con Ignacio, se ha negado a comentar sobre lo ocurrido, argumentando que son recomendaciones de su abogado.
Por ello se espera que con la declaración pormenorizada de los dos acompañantes de Ignacio las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) podrán establecer con exactitud qué ocurrió y descubrir el móvil del asesinato.

COADYUVAN AUTORIDADES DE CHOLULA

La Comisaría de san Pedro Cholula y en general el ayuntamiento, han externado que pese que se trata de un hecho entre civiles – por tratarse de un hombre que laboró en las filas de la policía municipal y de que dos de los testigos también sean miembros de la corporación – coadyuvaran en las investigaciones con la Fiscalía.
Es por ello que han indicado que sólo esperan que se emita por parte de la Fiscalía una orden de presentación, enviarán a los dos hombres a rendir declaraciones en calidad de testigos.
Aunque la primera línea de investigación que se sigue del caso es que podría tratarse de una riña que derivó en el asesinato del hombre de 34 años de edad, no se descartó que pudiera ser un asunto pasional pues trascendió que el ahora occiso mantenía una relación extramarital.
Por su parte, Lorena, la esposa del hoy occiso mencionó que ha recibido apoyo de la corporación policial de san Pedro Cholula. La mujer solicita el apoyo del municipio de san Pedro para recibir la indemnización correspondiente y el recurso del seguro de vida que debe tener su esposo ahora fallecido.
Precisó que Aparicio Rodríguez dejó dos hijas huérfanas, una niña de 11 años y otra 5. Además de perder a su esposo, Lorena recientemente había perdido a su madre, quien era su otro gran soporte en la vida.