Un hombre fue asesinado con un balazo en la comunidad de Mártir Cuauhtémoc, en el municipio de Huaquechula, se presume que el móvil fue una rencilla entre pandillas de la zona. La comunidad tomó el crimen como un problema entre vándalos locales, por lo que no fue necesario que tocaran el tradicional “Tubo de Emergencias”, el cual hacen sonar cuando consideran que hay un conflicto social.

Fue por la madrugada de este miércoles cuando la Policía Municipal de Huaquechula fue notificada de la presencia de un hombre tendido en la calle Álvaro Obregón esquina con José María Morelos.

Paramédicos de ese municipio llegaron minutos después que los policías y al revisar al varón confirmaron que carecía de signos de vida, y precisaron que presentaba un impacto de arma de fuego en el pecho.

Los policías municipales aseguraron el sitio y solicitaron la intervención de la Fiscalía General del Estado (FGE), para efectuar las diligencias del levantamiento del cadáver. Acudieron agentes de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos y peritos en criminalística.

El occiso fue identificado por sus familiares como José Lino G. C., de aproximadamente 25 años de edad, quien era originario y vecino de esa comunidad. Por las referencias que dieron los vecinos, se presuma que fue víctima de una pandilla rival, con la que mantenía diferencias. También se presume que el ahora occiso tenía un problema con el consumo de drogas.

El levantamiento del cadáver se efectuó y fue trasladado al anfiteatro de Izúcar de Matamoros, donde se le practicará la necrocirugía.

EL “TUBO DE EMERGENCIAS” Y SU HISTORIA

Algo curioso de la comunidad de Mártir Cuauhtémoc es que ante algún conflicto en la comunidad, ellos no tocan las campanas de alguna iglesia. Los habitantes de esa población, desde hace aproximadamente 100 años, cuentan con un “Tubo de Emergencias”.

Se trata de un tubo metálico, de aproximadamente un metro y medio de largo y un diámetro de 20 centímetros, el cual está colgado de un árbol de pirul.

Cuando hay alguna emergencia que interesa o amenazada a la comunidad, “hacen sonar el tubo”. “Se escucha muy fuerte y puede ser escuchado en otras poblaciones o colonias no tan alejadas” señalaron pobladores de ese municipio.

“Esta vez la comunidad no consideró el crimen como algo que amenace la seguridad de los pobladores, por eso no hicieron sonar el tubo. En el pueblo conocían al occiso, tenía problemas con el consumo de drogas y estaba metido en una pandilla. Se presume que otros lugareños pudieron matarlo. Por eso no tocaron el tubo”, señaló una fuente ciudadana.