Dos hombres fueron levantados y ejecutados en el transcurso del viernes y madrugada del sábado. Sus cadáveres fueron hallados encobijados en campos de cultivo de la población de San Sebastián Teteles, en Acatzingo.

La mañana del sábado familiares de los desaparecidos se presentaron a la presidencia de Acatzingo, concretamente a la comandancia, en donde reportaron la desaparición de dos hombres, quienes indicaron no se habían presentado a dormir a sus respectivos domicilios.

Los, hasta ese momento desaparecidos, eran Norberto E. M, de 56 años de edad; y Vitaliano A. G., de aproximadamente la misma edad. Norberto era muy conocido en la comunidad de Jesús de las Maravillas, era conocido como El Bettarroo, incluso contaba con una panadería con ese nombre.

Poco después de que las familias denunciaron la desaparición de las dos personas. La policía fue notificada de que en la prolongación de la calle Mariano Matamoros, en San Sebastián Teteles, en campos de cultivo, a la base de un árbol, se encontraban dos cuerpos cubiertos por completos por cobijas. Los bultos estaban sujetos por cinta adhesiva.

La policía acudió hasta el lugar, también acudieron familiares de los desparecidos. Los familiares de Norberto de inmediato indicaron que sí era él, porque de los cuerpos sobresalía el calzado, y en uno de ellos se observaban claramente sus botas. Por ese detalle supieron que era él.

Por deducción, supieron que el otro era Vitaliano, pues trascendió que los dos hombres andaban juntos. Según fuentes ciudadanas fueron levantados el viernes, y ya no se supo nada de ellos hasta el sábado que los localizaron sin vida y en las condiciones antes descritas.

Un fuerte dispositivo de seguridad acudió hasta el sitio, para resguardar el área de intervención. Los primeros respondientes fueron policías del municipio de Acatzingo, también hubo presencia de la policía estatal.

Las diligencias del levantamiento del cadáver se prolongaron hasta la tarde del sábado, cuando agentes ministeriales y peritos de la Fiscalía General del Estado, culminaron las labores y trasladaron los cuerpos al anfiteatro de Tepeaca.

De acuerdo con fuentes extraoficiales, trascendió que los hombres presentaban golpes y que los habrían privado de la vida por medio de estrangulamiento. Hasta el cierre de esta edición no se conoce el móvil del crimen.