La inseguridad se ha ido apoderando del municipio de Huauchinango, y de acuerdo con fuentes policiales que solicitaron el anonimato, eso se debe a la ineficiencia de sus mandos y a los escasos recursos que destina el presidente Rogelio López Angulo a la seguridad pública.

De acuerdo con uniformados que solicitaron el anonimato, la falta de estrategia y los pobres conocimientos en materia de seguridad de sus mandos, concretamente del director operativo Javier Gómez y del comisario Samuel Garrido, se observa en establecer jornadas laborales de 48 horas de trabajo por 48 horas de descanso.

Los policías coinciden que no hay ser humano que aguante esas jornadas y pueda brindar un buen desempeño en sus labores. Pero sus mandos son tercos en mantener esas jornadas inhumanas, aseguran que eso es porque desconocen la labor operativa, pues son mandos de escritorio.

Otro aspecto que ha contribuido a mermar la seguridad en Huauchinango es la falta de recursos destinados a la Secretaría de Seguridad Pública. El ayuntamiento solo cuenta con un aproximado a 110 elementos para cubrir todo el municipio en los distintos turnos. Solo hay (aproximadamente) 14 patrullas, ocho de ellas nuevas y cinco viejas, cera de 10 motopatrullas en mal estado, y cuatrimotos en el taller porque están inservibles.

Para poner la cereza en el pastel, el ayuntamiento no dota de gasolina a las patrullas los fines de semana, de viernes a lunes. Al decir de los mismos policías: “Para hacer rendir la gasolina todo el fin de semana, tenemos que hacernos patos. Nos estacionamos en algún lugar y nos echamos una siesta, porque si se acaba la gasolina deberemos ponerle de nuestra bolsa”.

Ese último punto explica por qué en los fines de semana se han registrado asaltos y robos a comercios, sin que haya reacción de la policía. Los ladrones han podido actuar con total libertad e impunidad. Si a este problema se le suma el hecho de que los Ministerios Públicos de Huauchinango se niegan a iniciar carpetas de investigación, eso explica la indefensión en que se encuentran los ciudadanos de aquella demarcación.

Según las fuentes policiales consultadas, sus mandos dicen que le hagan como quieran, que a ellos nadie los mueve porque “están bien parados”. Mientras tanto quienes sufren la ineficiencia de dichos mandos policiales son los ciudadanos de Huauchinango.